El Maratón Valencia Trinidad Alfonso EDP vivirá el 6 de diciembre su 40 edición pero la fecha del 29 de marzo es muy especial. Hoy, la prueba reina de Valencia Ciudad del Running, celebra su cumpleaños. Hace cuatro décadas, un domingo 29 de marzo, como hoy, del año 1981, se celebraba el I Marathon de Valencia (con 'h' intercalada ya que en esa época aún se usaba el término anglosajón). Aquel domingo del 81 se cumplía un sueño, una locura gestada por un grupo de pioneros, de locos enamorados del atletismo, del footing (la palabra running no se estilaba por entonces).

Todo había nacido a finales de 1979 en el Bar Danubio del matrimonio Miguel Pellicer-Angelita Carrascosa. Allí empezaron a reunirse los Toni Lastra, Isidro Rey, Paco Borao, Alfredo García de Ibarra, Miguel Pellicer, Francisco Gómez-Trénor, Manuel García Carrión, Vicente Plaza, Manuel Albacar, Rafael Martín, Carlos García Alarcó, Fernando Cort y Vicente Moreno. Por aquel entonces ya Barcelona y Madrid tenían sus propios maratones, una prueba que desde la década de los 70 empezaba a extenderse en todo el Mundo con Nueva York como gran referente.

Entre tertulia y tertulia en el Bar Danubio, planificando viajes, maratones... surgió, primero la idea de fundar un club de Atletismo: nacía la SD Correcaminos y poco más tarde, el gran reto: celebrar un Maratón en Valencia.

Aunque tímidamente, (el atletismo popular estaba aún en sus inicios), se estaba gestando ya en València una base de aficionados a 'correr por correr', sin más pretensión que devorar kilómetros y disfrutar del esfuerzo. La campaña Anda y Corre promovida por el Consejo Superior de Deportes consistía en clases de iniciación a la carrera a pie que se impartían en el antiguo cauce del Río Turia y que germinarían en el nacimiento de la SD Correcaminos.

Como ensayo previo al Maratón, el club organizaba en otoño de 1980 las I 24 Horas de Footing. Más de 6.000 personas acudían a aquella convocatoria refrendado la idea de que tal vez no fuese tan descabellado organizar un Maratón en València.

Tras semanas de arduo trabajo, el comité organizador del Maratón se reunía con el entonces concejal de deportes de València, Antonio Ten, que daba el Ok al nacimiento del tercer maratón español (hoy, primero en importancia). València apoyaba la prueba siempre que no supusiese un estorbo demasiado grande para la ciudad. Por ello, aquella primera edición tocó las calles valencianas lo menos posible con el Paseo de La Alameda como punto de salida y meta.

A las 8 de la mañana se daban cita en la salida alrededor de 1.300 corredores, casi todos hombres (también algunos menores de edad) y sólo 7 mujeres. 42,195 kms, de circuito que, tras abandonar La Alameda pasaba por Jacinto Benavente, el camino de las Moreras y El Saler para regresar por la carretera de la Marjal, pista de Silla, calle San Vicente, Túnel de la Gran Vía, calle Colón, Torres de Quart, Torres de Serrano, Puente del Real y de nuevo la Alameda. En aquella época no había línea azul que seguir, los dorsales estaban hechos a mano y por supuesto, el cronometraje era manual. La mayoría de corredores no utilizaba zapatillas específicas para correr, los tejidos técnicos, transpirables y de comprensión eran ciencia ficción al igual que los gps. Cada corredor administraba sus ritmos midiendo el tiempo con cronómetros tradicionales. Como avituallamiento, tan sólo agua. Los geles no existían aún. Cada uno se las ingeniaba como podía para recargar energía: frutos secos, membrillo, plátano...

En aquella primera edición, en categoría masculina se imponía un zamorano afincado en València: Teodoro Pérez, con una marca de 2:26:37 muy lejos del récord actual de la prueba establecido por Kinde Alayew en 2019 con 2:03:51. En mujeres, la mejor de las única siete participantes fue la madrileña Nuria de Miguel con 3:20:05, más de 1 hora sobre el récord actual también logrado en 2019 por la etíope Dejere con 2:18:30. Roberto García (2:30:42) y Julián Pinal (2:32:02) en categoría masculina y María Rosa Biosca (3:51:09) y Emilia Molla (4:13:38), en femenina, completaban los primeros e históricos podios del Maratón de Valencia.

Mientras todo eso sucedía en València, a 1.400 kilómetros de la capital del Turia, ese mismo día, se celebraba también la primera edición del Maratón de Londres, prueba que con más de 7.000 participantes irrumpía con fuerza en el panorama internacional. Cuatro décadas más tarde, aquellos dos maratones que comparten día de nacimiento: Valencia y Londres, se han consolidado como dos de los mejores del mundo. El londinense forma parte de los 'Majors' mientras València estrena este año la Etiqueta Platino, la máxima distinción de la Athletics World.

Desde aquel 29 de marzo de 1981, el Maratón de València no ha dejado de crecer, hasta convertirse en una prueba de referencia mundial que este año, en su 40 aniversario batirá el récord de participación con 30.000 inscritos habiendo agotado dorsales 8 meses antes de su celebración.

La gran eclosión del Maratón se produjo a partir de 2012 cuando la Fundación Trinidad Alfons. Antes, en 2011 de la mano de Divina Pastora, el Maratón se transformaba cambiando su centro neurálgico de salida y meta a la Ciudad de las Artes y trasladándose del mes de febrero como era habitual hasta entonces, a noviembre. Más adelante, y con la Fundación Trinidad Alfonso ya como colaborador principal, el Maratón entraba en la elite mundial consiguiendo la Etiqueta de Oro y erigiéndose en el mejor maratón de España y uno de los mejores de Europa. Este año, en su 40 aniversario, da un salto más estrenando la Etiqueta Platino.

A lo largo de la historia, el Maratón ha tenido hasta cinco recorridos diferentes. A principios del siglo XXI la meta se trasladaba a las pistas del Estadio del Turia y la salida se daba desde las inmediaciones del antiguo Continente (ahora Carrefour) de Campanar. La prueba, poco a poco iba ganando terreno a la ciudad, hasta lograr un circuito totalmente urbano y huyendo ya de la soledad del Saler. En 2009 se probaba una nueva ubicación con salida y meta en la Marina Real aprovechando la infraestructura de la Copa América de Vela pero en 2010 regresaba a su salida histórica desde la Alameda. Ya en 2011 se producía el gran cambio con el Puente de Monteolivete como punto de partida y la espectacular meta sobre el agua en la ya icónica pasarela azul. Un circuito que atrae cada año a corredores de todo el mundo y que está considerado como uno de los más rápidos y mejores del planeta.