Los entrenadores que ha tenido Enzo Pérez le reconocen como un líder, como un animal competitivo. Un futbolista que por su espíritu todos querrían tener en su equipo. Jorge Jesús lo ha catalogado como su mariscal de campo. «Sobre el terreno de juego tengo dos patrones: Luisâo en la defensa y Enzo Pérez en la medular», así lo ha repetido cien veces el técnico del Benfica. El centrocampista argentino encaja con el modelo de profesional que Rufete quiere para el Valencia. Su llegada supondría una inyección de personalidad, garra y coraje. En el Benfica es pulmón y corazón.

¿Recuerdan al Diego Pablo Simeone futbolista? Enzo Pérez encaja con ese genero de centrocampista guerrillero y combativo que ambiciona Pizzi. Cruces del destino, su llegada desde Godoy Cruz a Estudiantes de La Plata coincidió con la etapa del ´Cholo´ en el club. Enzo Pérez tiene otras características, pero aguanta la comparación por su intensidad y determinación. El futbolista nacido en Maipú (Mendoza), rompió en la primera división argentina como jugador de banda, incluso llegó a actuar en Estudiantes por la derecha con Pablo Piatti por la izquierda. Su mejor versión la consolidó bajo la tutela de Alejandro Sabella. Tanto que, cuando el equipo se topó con la baja de Juan Sebastián Verón, Enzo no tuvo problemas en tomar el testigo como caudillo. Con el actual seleccionador argentino actuó como interior, segundo delantero y también como ´enganche´ con dos puntas por delante. La versatilidad es otra de sus virtudes: tiene un gran paso, físicamente es potente y no tiene problemas en encarar y jugársela, va y va. Campeón de la Copa Libertadores en 2009 y del Apertura unos meses después, su despliegue de facultades en ese torneo propulsó su salto a Europa. El Benfica lo contrató como recambio de Eduardo Salvio en 2011 y dos temporadas después ha explotado como centrocampista universal.

Presencia en ataque y defensa

Su evolución progresiva desde la banda hacia el corazón de la sala de máquinas es esencial para comprender la dimensión que ha adquirido. La marcha de Nemanja Matic al Chelsea en el pasado mercado de invierno multiplicó su influencia sobre el control del equipo hasta consolidarlo definitivamente como la extensión de Jorge Jesus sobre el campo. Justo el papel que Pablo Aimar había desempeñado hasta su marcha en verano.

Enzo Pérez está considerado por la crítica como el futbolista más decisivo de la Liga portuguesa, acompañado por William Carvalho, revelación total en el Sporting. El argentino ha sido la figura de un equipo que ha ganado Liga, Copa y Copa de la Liga en Portugal. La Europa League es el único título que se le ha escapado esta temporada al Benfica (en los penaltis frente al Sevilla), coincidiendo con la baja capital de Enzo por sanción.

Su rendimiento ha llamado la atención de clubes tan grandes como el Manchester United. Antonio Conte se quedó prendado de su fútbol durante la eliminatoria Juventus-Benfica. Después ha llegado a sonar como recambio de Arturo Vidal. Lo cierto es que por su capacidad atlética, agresividad en la presión, velocidad y su recorrido de área a área encaja a la perfección en el ´estilo Juve´. Otra cuestión es que la comparación con un súper crack como Vidal le venga grande.

No es un pivote defensivo clásico, tampoco tiene la visión de un organizador puro y sus botas no desprenden la clase de un ´fantasista´, pero la naturaleza del internacional argentino recoge un poco de todos ellos para componer un jugador esencial para cualquier centro del campo por despliegue físico, llegada al ataque y energía para recuperar el balón. Enzo Pérez es lo que los modernos llaman un box-to-box. Un todoterreno de toda la vida con cualidades técnicas y tácticas notables y una mentalidad realmente potente. Enzo Pérez cabalga entre el ´8´ y el ´10´.

Ahora mismo, lo más parecido que el Valencia tiene en plantilla es Keita. Con 28 años, es un futbolista maduro y acostumbrado a la exigencia que representa pelear al máximo nivel en Europa. Si Pizzi ha marcado la personalidad y la agresividad como valores esenciales en el nuevo Valencia, el argentino encaja a la perfección. Además, el ABC del Benfica de Jorge Jesus no está tan alejado del ideario de Pizzi. Enzo Pérez está acostumbrado a morder en la presión, al ritmo alto y al ataque rápido tras forzar la recuperación, en un equipo que busca ser protagonista a través de la posesión. Enzo trae una una buena base de serie. No se arruga en las disputas y es valiente en el cuerpo a cuerpo, corrige y hace coberturas, aprovecha su velocidad, sale con el balón pegado al pie y es muy sólido en el pase.