En la lista de Del Bosque, como en casi todo, hay una noticia buena y una mala. La buena es que, en contra de nuestras peores pesadillas, los experimentos se han reducido a su mínima expresión y a la selección va quien ha hecho méritos para ello. La mala, que se haya optado por Negredo en lugar de Soldado.

Me llamaron para darme la inexplicable lista para los primeros amistosos €el tío que ha planificado todo esto, sin los jugadores del Barça, es una lumbrera futbolística€ y me caí, literalmente, de la silla al escuchar el nombre de De Gea €¡Guaita, mil veces, selección!€ para pasar luego al suministro de oxígeno cuando, entre sollozos, pronunciaron los nombres de Juanfran, Javi García o Beñat. Si por ahí tiene que venir el relevo, amigos, disfrutemos ahora antes de regresar a las catacumbas por unas cuantas generaciones.

Liquidaron sin contemplaciones los chicos de Guardiola al «equipo de todos los españoles» en esa final/paseo en la que cada cual silbó a lo que le vino en gana €faltaría más€ y volvieron las aguas a su cauce y los sustos a su casa. No es que Valdés o Reina lo hayan hecho mejor que Guaita, pero tampoco han tenido a su peor enemigo en el banquillo de su equipo, así que habrá que dar por bueno la ausencia de Vicent hasta nuevo aviso y nuevo entrenador. Seguimos, con todo, esperando que aparezca un central. Lo de la lesión de Puyol es bastante peor que lo de Villa porque se fue Marchena y, cuatro años después, resulta que la única alternativa que ha encontrado Del Bosque es volver a llamar a Albiol, que ha pasado su peor año, jugando poco o más bien casi nada. Ramos acabará, definitivamente, de central y a él habrá que aferrarse porque Piqué ni está ni se le espera €que Shakira no forme parte de la expedición es un paso adelante€ y Martínez no deja de ser un novato en estas tierras.

Lo de Juanfran habrá que considerarlo la broma habitual de cada lista de España. Si Sergio García estuvo en Austria y Pablo H. en la Confederaciones, ahora le toca al presunto lateral del Atlético. Sólo cabe poner velas a quien toque para que el chico no se canse demasiado €en el banquillo se corre poco€. Demuestra, además, lo mucho que confía el seleccionador en Jordi Alba, pues no hay segundo lateral izquierdo.

En la zona de creación, la que corta el bacalao, ha imperado la cordura. Cuando se acerca la hora de la verdad y uno se prepara a escuchar el himno con la piel de gallina, hay que tirar de los mejores. Ni Torres €que acabará siendo titular€ ni Pedro podían faltar. Elegir entre Negredo y Soldado es una cuestión de gustos €mis gustos y Negredo no suelen llevarse bien€, pero Roberto ha sido mejor este año. Lo peor para él, en esa lucha, es que Negredo también haya crecido en la cantera del Madrid. Empate en afectos, ya se sabe. Personalmente, los habría dejado fuera a los dos y llamado a Monreal, no sea que le pase algo a Alba, mire Del Bosque a su izquierda y se encuentre a Juanfran con una sonrisa de oreja a oreja. No merecemos eso, Señor.