Otamendi fue tendencia en las redes sociales este viernes a consecuencia de su tobillo, lo que equivale a decir que lo fue por profesionalidad, entrega, sacrificio y una capacidad desmedida para la recuperación celular. Un esguince de grado II es un rollo patatero que te fastidia día tras día durante lo menos dos o tres semanas, porque significa que te has cargado total o parcialmente un ligamento. No soy médico pero, como todo quisque que practica deporte amateur, me he fastidiado suficientemente los pinreles como para saber que lo que va a hacer Otamendi responde a una temeridad o a un superpoder. Sin más. Todos apostamos por la segunda opción porque, sinceramente, no merece la pena forzar por algo así salvo que sea una final. Otamendi es de goma, pero yo soy partidario de no correr riesgos. Sí, ya sé que ha pasado en un mal momento pero... sólo son tres puntos.

Riesgos

Te dejas la piel por y para el equipo, pero cuidado, porque al final si te rompes el esfuerzo nadie te lo agradece y te puede costar caro. Por no hablar de una metedura de pata en una jugada de máxima tensión. Recuerden a Bruno, lateral con pundonor y efectividad que jugó tocado y en muchos casos infiltrado gran parte de su periodo che, pero al final pienso que ello le pudo afectar al rendimiento. Qué decir de Vicente, nuestro chico de oro, el jugador de la terreta más valorado a este lado del río Turia. Si hubiera descansado sin agobios quizá no habría recaído tanto y otro gallo habría cantado. Si no hay otra alternativa para el Calderón y Otamendi está curado son aspectos que sólo saben médicos y técnicos. El jugador sólo quiere jugar y se autoconvence de que está mejor de lo que está. Bueno, nosotros a lo nuestro, que es animar y hacer cálculos. Podemos ponernos a siete puntos del Sevilla y mirar al Madrid a ocho. Se trata de opciones reales y tangibles. Ahora bien, me llama la atención que no firma el empate ni el tato. ¿Quizá estamos algo crecidos?

Optimistas

La respuesta es que no. Simplemente, somos optimistas. Se acerca la primavera, se huelen las Fallas y no somos inmunes al 'caloret' faller -aunque a tenor de los resultados cuando llegan las elecciones parece que sí-. La última victoria fue por 1-2 en la 2010-2011. El Calderón no es un campo que se nos dé especialmente bien. El Atleti es nuestra antítesis. Cuando a uno le va bien, al otro le va mal. Somos tal 'pa' cual. Sin embargo, vivimos un momento bastante similar, algo que hacía lustros que no se producía. No hay favorito. Va a ser un partidazo. Quizá no brille por el espectáculo, pero tensión va a haber en cada jugada. Me temo que será más un partido de ´ras i patà als collons´ pero... ¿quién dijo que eso no es fútbol también? Como contó Nuno en una entrevista reciente, hay muchas maneras de jugar y de ganar. La nuestra siempre, siempre pasa por defender a la perfección y ser efectivos. Si además damos espectáculo, mejor que mejor. Si no, oiga usted, gane y luego debatimos. El espectáculo en fútbol siempre se asocia a un final feliz.

Cumbre

Mientras tanto, hubo cumbre en Singapur. Salvo fue a dar cuentas y se habló, entre otras cosas, de las obras del nuevo estadio. Se prevé que pueda estar listo el año del centenario. Por mí genial, aunque reconozco que desde que tuneamos el viejo está el ambiente más tranquilo, parece que se han pasado las prisas. Lo que molestaba era su fealdad. Sobre gustos no hay nada escrito, pero alguien debería escribir algo pronto para acabar con ese maldito refrán. También se habló de renovaciones, aunque lo importante era el estadio. Yo sólo pido que el estadio sea fetén, que haya en su interior también restaurantes, tiendas, opciones de ocio y baños dignos. Que pueda competir con los grandes de Europa por fuera... y por dentro. No tengo ya prisa, porque lo que se acabe nos lo tendremos que comer el resto de nuestros días. De cómo se haga depende que nos lo comamos con patatas... o con langostinos.

Balò d´Or

Alcácer fue noticia por recibir el Balò d´Or de este año, un trofeo que premia con justicia poética lo que de puertas afuera no se percibe demasiado: que aquí, en esta tierra, hay gente que vale oro. Paco Alcácer es el último de los inmortales, y de sus declaraciones se percibe molt de coneiximent. Las gracias fueron para su familia, que le llevaba a todos los partidos, como tantos padres sacrificados. Preciosa declaración de principios, nunca mejor dicho. Qué importante es la familia para el progreso y asentamiento de los deportistas. A sendos lados, pasado y futuro: sir Arias y el joven Gayà. El fútbol es un río que fluye a cámara rápida. Parece que fue ayer cuando ganamos la final de Copa al Atleti con dos de Piojo y aquel sombrerazo de Mendieta. Pero del pasado no se vive. Sólo vale el hoy. Domingo 8 de marzo de 2015. El día en que sólo vale ganar. Dentro de unas horas, ya seremos historia. Únicamente de nosotros dependen las crónicas y las tendencias que vayamos a leer mañana. ¡Amunt!