Hablando bien clarito, no creo que el domingo hubiera granota alguno que no saliera del templo con un mosqueo enorme. La sensación que teníamos todos es que otra vez no habíamos ganado un partido por culpa «del que te dije». Yo personalmente me marché con una extraña sensación, mezcla de impotencia y confusión. A la salida tuve la ocasión de hablar con gente del club, con aficionados y con gente de la prensa y da la sensación que la gente ya no sabe qué hacer o qué decir ante tanta injusticia y tanto machaque que estamos sufriendo partido tras partido por los que en teoría deberian imponer la justicia sobre el terreno de juego.

Yo sinceramente ya no sé si es mejor llorar o reír. Si es mejor quejarse o callarse o si directamente deberíamos mandarlos a todos al carajo y hacer una protesta multitudinaria el próximo partido en casa ante el Eibar.

Lo que nos está pasando estos últimos partidos ya clama al cielo. Empezamos a estar hartos de escuchar la misma historia semana tras semana. Estamos cansados de escuchar «el puñetero protocolo del VAR» o la «dichosa interpretación por parte del colegiado». Estamos hasta las mismas narices de que la VARa de medir no sea igual para todos los equipos.

Por otro lado tenemos las otras casualidades. El mismo tipo que trazó esa extraña línea sobre el talón de Morales (no hay fuera de juego por mucho que ciertas personas de la prensa lo digan) es el mismo tipo que anuló hace un año un gol de Coke en Mestalla en otra jugada de escándalo. Recordemos que por aquello este señor fue enviado a la nevera unas jornadas. Sinceramente, ya soy mayorcito y no creo en las casualidades. Pero claro, somos el Levante y de esto a los dos días ya nadie se acuerda, ¿verdad?

Los granotas debemos ser conscientes de que esto lo tenemos que sacar nosotros. De que no nos va a ayudar nadie. No vamos a tener el apoyo de nadie, como así ha sucedido una y otra vez a lo largo de la historia de nuestro club. Pero que les quede bien clarito a todos, que no nos subestime nadie, porque este club y esta afición se sobrepone a cualquier circunstancia y si a algo estamos acostumbrados es a sufrir y a estar con los nuestros en las buenas y en las malas. Yo lo tengo claro: ¡Juntos lo conseguiremos, familia! SIEMPRE LEVANTE