Si hay algo especial que tiene y ha tenido nuestro Levante UD a lo largo de la historia es que nos pueden acribillar a golpes, nos pueden hacer que doblemos la rodilla y hasta puede parecer que estamos muertos, pero a este Levante hay que matarlo ocho veces para acabar con él. El último ejemplo fue el miércoles, cuando más enrarecido estaba el ambiente alrededor del equipo y, por qué no decirlo, también con los ánimos y la esperanza más bajos desde el fatídico descenso hace tres temporadas. Pues bien, ese fue el momento en el que todos entendimos cómo debíamos actuar. Empezando por los jugadores, que arrasaron al Real Betis metiéndole dos marchas más de intensidad que el rival y dejando bien a las claras cuál de los dos equipos era el que se jugaba su supervivencia. Y por supuesto acabando por la afición, que esta vez sí estuvo metida en el partido desde el minuto cero hasta el 94 al que llegó el choque. El Ciutat, cuando respira este tipo de ambiente, tiene un aura especial y se instala en él la sensación de que nada puede salir mal. Así sucedió, tres puntos vitales en el casillero y con sensaciones más que positivas.

Nuestro apoyo a Paco

Me gustaría destacar aquí el gesto de apoyo que tuvimos desde Levante Fans con nuestro míster, Paco López, que no ha pasado unas buenas semanas y al que esperamos que los ánimos de la grada, junto a este buen resultado, le sirvan como un chute de energía para encarar las finales que nos quedan. Vamos a necesitar a todos con los cinco sentidos en el objetivo de aquí al final de temporada, desde Paco al personal del club pasando por los jugadores y hasta el último aficionado. Como le gusta decir a nuestro mister, «juntos somos más fuertes».

Ni ola ni linternitas

Por ponerle algún 'pero' al partido, no me gustó nada el tema de la ola y de las lucecitas en el estadio. Sinceramente, viniendo de los meses que venimos y sin haber conseguido aún nada, no entiendo ese estallido desmesurado y aún menos la 'sobrada' de ponerse a hacer la ola, más que nada por respeto al rival. Me pongo en el pellejo de los béticos que estaban en el Ciutat y no me sentaría nada bien ese espectáculo. Hay que medir los actos y a veces es recomendable no dejarse llevar por la euforia porque aún no hemos logrado nada.Y por si fuera poco con la ola, después aparecieron las linternitas de los móviles. Me hizo sentir un poco de vergüenza ajena porque, la verdad, no sabía muy bien si estaba en un partido que era vital para la supervivencia de mi equipo o en un concierto de los BackStreetBoys. Quizás ahí la euforia nos jugó una mala pasada.

Nada que perder

Por ir acabando, hoy nos toca visitar al «dentista», como dijo aquella vez Caparrós, para jugar un partido en el que hay que reconocer que el Levante tiene muy poco que perder (entiéndase bien en qué términos) y muchísimo que ganar. Este sábado vamos al Nou Camp con todos los elementos en contra. Nos enfrentamos al líder, en su estadio, con el mejor jugador de la historia y por si fuera poco, en un ambiente que de antemano es plenamente festivo ya que ganando el FC Barcelona se proclamaría campeon de Liga, si bien es cierto que podría hacerlo antes de jugar si el Atlético pierde. Pero, como escribía al principio, el Levante siempre aparece cuando más tortuoso es el camino y esta jornada que cruzar por el más complicado de todos. ¿Quién confía en sacar algo esta noche en el Nou Camp? Yo, sinceramente, no lo descarto. ¡Siempre Levante UD