El truco para quitar rápidamente el hielo acumulado del congelador

Limpiar este electrodoméstico puede ser mucho más fácil de lo que parece

Limpiar los restos de hielo del congelador puede ser muy duro si no aplicas este truco

Limpiar los restos de hielo del congelador puede ser muy duro si no aplicas este truco / Pixabay

El congelador es indudablemente uno de los electrodomésticos más imprescindibles de la casa. Viene junto a la nevera y nos permite almacenar alimentos durante mucho tiempo. Es el único que mantiene fríos los ricos helados o los cubos de hielo y alarga la vida útil de carnes, pescados, pan y una larga lista de comidas.

Sin embargo, también tiene un duro mantenimiento. Poco a poco va generando placas de hielo al congelarse restos de agua que aparecen. Retirarlo por la fuerza es muy difícil porque está muy pegado y a una temperatura tan baja es muy difícil romper los bloques. Además tampoco podemos tener abierto mucho tiempo el congelador mientras lo limpiamos porque se escapa el frío y se pueden estropear tanto el electrodoméstico como los alimentos que hay dentro.

El truco que seguramente no conocías para limpiar el congelador en pocos minutos

Si tienes este problema y has llegado hasta aquí estás de enhorabuena: tenemos la solución. Es rápida, sencilla y no daña en absoluto el congelador ni los productos que lleva dentro. Eso sí: deberemos sacarlos durante el tiempo que dure el proceso y mantenerlos en bolsas isotérmicas o neveras portátiles que garanticen mantener el frío durante un rato.

Lo que debes hacer es calentar agua hasta que esté a punto de hervir e introducirla en el congelador. Obviamente tienes que haberlo desconectado y haber dejado escapar el frío para que el contraste de temperaturas no dañe al electrodoméstico. A partir de ahí solo tienes que esperar y rápidamente notarás los beneficios. Te detallamos un poco mejor el procedimiento a continuación.

Estos son todos los pasos, en detalle:

  1. Vacía el congelador
  2. Traslada los alimentos a bolsas isotérmicas o neveras o preferiblemente, en caso de tenerlo, a otro congelador
  3. Desconecta el congelador
  4. Pon agua a hervir y apágala cuando esté a punto
  5. Coloca bayetas absorbentes en el borde del congelador
  6. Vierte el agua en la zona en la que hay hielo
  7. Cierra el congelador y espera quince minutos
  8. Ábrelo y retira cuidadosamente el agua derretida
  9. Frota bien para eliminar posibles restos que queden: saldrán con facilidad
  10. Vuelve a conectar el congelador y espera a que recupere la temperatura para volver a introducir los alimentos