Novedades en el 'caso Alcàsser': la prueba de ADN que puede dar un vuelco al crimen

Un cadáver no identificado encontrado en Irlanda hace 15 años muestra un gran parecido con el autor del asesinato de las tres niñas

Novedades inesperadas en el caso de las niñas de Alcàsser. Una prueba de ADN reciente puede haber cambiado el rumbo de este caso 29 años después de que se encontraran sin vida los cuerpos sin vida de Miriam, Toñi y Desirée. Su presunto autor, Antonio Anglés, nunca fue encontrado. Ahora un equipo forense analiza un cadáver no identificado encontrado en Irlanda hace 15 años y que muestra un gran parecido con el autor del asesinato de las tres niñas.

Una prueba de ADN reciente puede dar un vuelco a toda la investigación. Los agentes no han parado de buscar a Antonio Anglés, presunto autor de la muerte de las niñas de Alcàsser , junto a Miguel Ricart, único condenado por el caso, aunque de momento sin éxito. Hace 15 años, se encontraron restos de un cuerpo no identificado en la isla de Lambay, situada en la costa norte del Condado de Dublín, la capital irlandesa. Sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando se ha podido reconstruir el cráneo del cadáver digitalmente, y las autoridades irlandesas han pedido ayuda para identificarlo.

Esta petición de ayuda llegó a España, y las autoridades españoles quedaron perplejas al observar su gran parecido con Anglés. Por ello, la Policía española ha pedido que se coteje el ADN de este cráneo con el del asesino para comprobar que, efectivamente, se trata de él y poder cerrar, por fin, el caso Alcàsser. En Irlanda ya trabajan para poder extraer el ADN de los dientes y realizar esta comprobación.

El resultado del proceso no debería demorarse mucho y podría estar resuelto en 15 o 30 días. La policía española espera con impaciencia los resultados de este trabajo, ya que de confirmarse que el cadáver pertenece a Antonio Anglés, el caso quedaría cerrado 29 años después y se pondría fin a la orden de búsqueda internacional que pesa sobre él. Sin embargo, si esto no sucediera y no fuera él, aún se le seguiría buscando y se le podría llevar a juicio, ya que el caso no prescribirá hasta 2029.

Cambio físico

Después matar a las niñas el 13 de noviembre de 1992 y de enterrar sus cuerpos Anglés se fugó de Catarroja y cogió un taxi hasta una caseta abandonada en la localidad de Alborache. Allí pasó dos noches antes de ir a Valencia para hacerse un cambio estético.

Anglés se cambió el color de pelo de rubio a moreno y durante su estancia en la peluquería una persona entró a hablar con él, según aseguraron varios testigos. A continuación salió de Valencia y fue visto en Cuenca. De ahí puso camino a Portugal, probablemente vía Madrid y embarcó con destino a Dublín (Irlanda). Allí fue identificado como un polizón y se lanzó al agua. Desde ese momento no se le ha vuelto a ver. Muchas han sido las teorías que lo sitúan en América Latina -ahora tendría 55 años- con una nueva imagen y una nueva vida, pero lo único cierto es que la última vez que se supo de él estaba en Europa.