"Reinvindicaciones justas, necesarias, para que la igualdad empiece a ser efectiva y real". Con ese mensaje conciso y claro, David Aganzo ha hablado sobre la huelga, que hoy se ha confirmado de manera total y absoluta, por el resto de los equipos que debían jugar en la jornada de este domingo. No se jugó y no es por capricho, sino por convencimiento en lo que se pide. Y eso es lo que más ha cabreado a las jugadoras, que se mantienen firmes, pero que al mismo tiempo esperan que alguien ceda en sus reivindicaciones. Porque si eso no sucede, ¿hasta cuándo va a durar la huelga del fútbol femenino

Los clubes tienen clara su postura y es estar al lado de las jugadoras. Ellas se mantienen firmes entendiendo que después de trece meses de negociaciones "y a la vista de nula respuesta a sus justas y necesarias reivindicaciones", como señala AFE, la respuesta no ha sido la merecida desde el otro 'bando'. Por ello, los clubes de la Primera Iberdrola, que arrancan la semana con "bastante incertidumbre" como así han expresado, y los sindicatos AFE, UGT y Futbolistas ON se reunirán este lunes buscando una respuesta acorde a las necesidades que se demandan.

Cabe recordar que nadie discute que el convenio es necesario. Las futbolistas no piden cobrar igual que los hombres, lamentan haber llegado a este punto, porque su objetivo siempre ha sido que se regule y no que se regale, fijar unos mínimos en derechos, medidas para la conciliación familiar y maternidad, ordenar la cotización, vacaciones o pago del cien por cien del salario cuando se esté de baja. Es por todo eso que se llegó a una jornada de huelga histórica en España y que de momento se mantiene de forma indefinida hasta nueva orden. De momento se debe encontrar fecha, salvo sorpresa, a los ocho partidos que no se han disputado este fin de semana.

Ahora, a partir de este lunes, hay que valorar hasta dónde hicieron mella las palabras de Aganzo que señaló que "la huelga debería sonrojar a la sociedad". Está claro que sin solución no se pondrá fin a la huelga, pero la intención de las jugadoras no ha sido nunca forzar este caos que vive el fútbol femenino, sino llegar al acuerdo con exigencias 'mínimas'. ¿Cuándo se cerrara ese acuerdo?