Entre los futuribles que con más fuerza han empezado a sonar para el Levante de Primera los más ruidosos estaban siendo los veteranos que tras terminar sus contratos en el Villarreal y el Valencia irrumpían en el panorama azulgrana ya sea por unos motivos u otros. Sin embargo, esa rumorología, de la cual Javi Venta es de los que más hacen pensar, en absoluto significa que los granotas no estén trabajando otras vías de jugadores libres y con proyección que podrían recalar en Orriols cedidos o a precio de coste.

Uno de ellos es Adrián González, el hijo de Míchel, sin duda de los que más gustan en el club. Pese a no contar con el favor de la grada del Coliseum por los recelos de que quien se sienta en el banquillo es su padre, lo cierto es que con 22 años se trata de un extremo zurdo talentoso y con calidad formado en la cantera del Madrid pero sin explotar aún como jugador de élite.

El problema para el Levante en el caso de lanzarse a por él sería, sin duda, la competencia. Adrián está cotizado y tras sus pasos están Espanyol y Mallorca. De hecho, en el caso del equipo balear se especula con que entrase como moneda de cambio en el posible traspaso de Aduriz, por quien suspira el ´Geta´.

Debido a la polémica que cada una de sus participaciones generaba, antes del final de curso el presidente Ángel Torres adelantó que Adrián cambiaría de aires este verano para terminar con el debate.

El Levante está muy pendiente del Getafe por Pallardó. Pese a que en su caso Ángel Torres ya le dejó caer que tendría vía libre para fichar por el equipo que quisiera, lo cierto es que su entorno mantiene la prudencia. Según su contrato, si no se queda en la primera plantilla tendrá una vía de escape. De ese modo, el Levante no le gira la cara a aprovechar la coyuntura para que no sea el único objetivo getafense.

En banda izquierda por ahora, y tras la esperada confirmación de que a Jorge Pina no se le renovará el contrato, Luis García cuenta con Juanlu, renovado automáticamente tras el ascenso, y con la alternativa también de alinear ahí a Xisco Muñoz, que por las exigencias del guión se ha desempeñado más a lo largo del curso en la derecha pese a que inicialmente su fichaje parecía destinado a darle un respiro a Rubén Suárez como mediapunta.

Por otra parte, el Levante continúa sin cerrar la puerta a salidas de jugadores con contrato en vigor. Y es que además de intentar rescindir a Mora, hueso duro de roer, hay hombres que como Dani Carril no terminan de encajar en el proyecto de Primera —vendría otro lateral zurdo—, mientras que tampoco se descarta escuchar ofertas por jugadores que como Iborra podrían interesar a equipos de Primera.