El entrenador del Arsenal, Arsene Wenger, afronta una sanción por parte de la federación inglesa de fútbol (FA, siglas en inglés), que hoy le acusó de "conducta impropia" al término del partido de la última jornada de Liga en el que su equipo cedió un empate en el campo del Sunderland en el tiempo añadido.

Los "gunners" perdieron dos importantes puntos frente al Sunderland, que logró un dramático empate (1-1) cuando habían pasado 15 segundos de los cinco minutos de prolongación, lo que dejó al equipo londinense segundo en la tabla a cuatro puntos del Chelsea.

Wenger no ocultó su enfado y dio una palmadita de 'agradecimiento' al cuarto árbitro del partido, Martin Atkinson, cuando los dos equipos se retiraron a los vestuarios.

"Si uno lleva un reloj, puede controlar el tiempo. Es tan sencillo como eso", dijo un enojado Wenger, que ahora deberá afrontar la política de "tolerancia cero" de la FA con las críticas de entrenadores y jugadores hacia las decisiones arbitrales.

En un comunicado a través de su página de internet, la FA informó de que "el entrenador del Arsenal Arsene Wenger ha sido acusado de usar un lenguaje insultante o abusivo y de tener un comportamiento con la consideración de conducta impropia".

"En virtud de los nuevos procedimientos exprés de la FA, Wenger tiene hasta el jueves para responder a la acusación y se le ha ofrecido aceptar una sanción estándar de un partido en la grada y una multa de 8.000 libras (9.500 euros)", se explica en la nota.

"Si rechaza la acusación, el caso pasará a la Comisión Disciplinaria", agregó la FA.