El camino del Leicester hacia el título no iba a ser un camino de rosas. En las últimas jornadas, el resultado de 1-0 era el más repetido para un equipo que ya se imaginaba levantando el trofeo, pero aún tendrá que sufrir. El choque ante el West Ham fue un cúmulo de sensaciones para una afición que vio como el conjunto de Bilic remontó el partido en menos de dos minutos. Ulloa, de penalti, en el último suspiro, fue el encargado de lograr un punto que podría servir de mucho a los de Ranieri.

El Leicester afrontó el partido como una final. Una victoria le permitía coger prácticamente el tíulo con las dos manos pero el West Ham, pendiente de la pelea por Europa comenzó a jugar un buen fútbol desde el primer minuto. Prueba de ello fue la jugada que inauguró el choque, con un balón a la madera por parte del cuadro de Bilic. Los de Ranieri sin embargo llevan en su ADN la capacidad de sufrir y fueron poco a poco encontrándose más cómodos.

Sin cambiar ni un solo ápice su identidad, el contraataque volvió a convertirse en el arma de Ranieri y los suyos. Schmeichel inició el contraataque y Vardy, después de que aparecieran Mahrez y Kanté, anotó el primer gol del partido. El delantero, protagonista por el tanto, también lo fue en el segundo periodo por una jugada en la que el árbitro entendió que se lanzó a la piscina dentro del área.

A partir de ese momento, el West Ham comenzó a crecer y remontó el partido con dos goles, uno de Carroll y otro de Cresswell, en dos minutos de desconcierto local. En el último suspiro, Ulloa transformó un penalti para conseguir el empate de los Foxes y cerrar así un punto que puede ser muy válido.

Partido del Tottenham

El máximo perseguidor del Leicester en la lucha por el título es el Tottenham y después del punto cosechado por el equipo de Ranieri en la jornada de ayer, el cuadro dirigido por Pochettino está a ocho puntos del líder. Los Spurs juegan esta noche ante el Stoke un partido vital para dejar la Premier sentenciada o acercarse a su objetivo.