El Santiago Bernabéu alberga el primero de los dos clásicos de la semana -el segundo, el sábado, corresponde a la vigésima sexta jornada de LaLiga-. Y lo hará con la mínima y ajustada ventaja del conjunto de Santiago Solari tras el 1-1 alcanzado en el Camp Nou. Dichas tablas obligan al campeón a ganar o a empatar por más de un tanto, algo a lo que está bastante acostumbrado el cuadro azulgrana, que ha asaltado siempre el Bernabéu estos últimos años con excepciones como un 3-1 en la liga en la campaña 20114/15 o el 2-0 logrado por los blancos en la vuelta de la Supercopa 2018. El partido se disputa este miércoles a las 21:00 horas y podrá verse por televisión en TVE y Gol.

El Real Madrid es el último equipo que consiguió superar en una eliminatoria del torneo del k.o. al cuadro azulgrana. Campeón de las cuatro últimas ediciones, no cae antes de la final desde que en la temporada 2012-13 cedió en aquella semifinal ante el cuadro blanco que dirigía el portugués José Mourinho. Desde entonces no ha perdido ninguna eliminatoria el Barcelona, ya que en la campaña siguiente llegó hasta la final, que perdió contra el Real Madrid en Mestalla (2-1), y en las cuatro últimas se ha proclamado campeón.

Leo Messi, que en la ida saltó al césped pasada la hora de partido, llega al Bernabéu, uno de sus escenarios 'favoritos', en estado de gracia. En el Ramón Sánchez Pizjuán amarró media Liga con una actuación estelar y un nuevo triplete, el 50 de su carrera profesional.

Se presenta otra vez el argentino como la gran baza del cuadro de Ernesto Valverde y la gran amenaza para el cuadro de Solari, que tratará de olvidar los avatares ligueros y repetir la buena actuación de la ida para minimizar el potencial ofensivo de los Messi, Suárez y compañía y aprovechar sus opciones en ataque con el objetivo de acabar con el reinado de su eterno rival y volver a una final copera cinco años después.

Sergio Ramos, el capitán blanco, tiene la amenaza añadida de una nueva cartulina. Si la ve y su equipo supera la semifinal no podrá estar en la lucha por el título. En todo caso, el sevillano es clave para este Real Madrid, que se encomendará de nuevo a la velocidad del joven brasileño Vinicius y a recuperar el tono de conjunto.