El Villarreal CF busca reforzarse con un centrocampista de contención para la próxima temporada, una operación que se antoja como prioritaria con Fuego en la rampa de salida, el futuro de Bruno Soriano en entredicho por sus problemas físicos y el consenso referente a la necesidad de Cáseres para poder ser quien equilibre la medular del equipo. Eso hace que en la entidad amarilla tengan claro el perfil de jugador que necesitan y que no es otro que el de un futbolista que, al margen de tener perfil defensivo, aporte buenas dosis de intensidad, agresividad y veteranía a la línea medular.

En la entidad amarilla han pasado este año un mal trago importante y una de las posiciones evidentemente deficitaria ha sido la de mediocentro. Es un problema que realmente se generó el verano pasado cuando el club accedió a traspasar a Rodri y apostó como recambio suyo por un Santi Cáseres que llegó al Villarreal procedente de Vélez a cambio de nueve millones de euros y firmando por cinco temporadas con apenas 21 años. Se trataba de una operación a la que se podía sacar rentabilidad, pero el argentino, más allá de buenos partidos aislados, no ha rendido como se esperaba. De hecho la sensación global es la de que no ha sido capaz de llevar el peso del equipo en la medular ni de darle equilibrio, lo cual lleva a la entidad a tener clara una premisa: no más experimentos.

La opción Bruno Soriano, sin ser estrictamente un centrocampista defensivo, ya no inspira confianza —todo apunta a que en la próxima pretemporada hará su último intento de incorporarse a la dinámica del grupo—, pero se necesita exactamente una de las virtudes que atesora el de Artana como es la experiencia. Dicho de otro modo, lo que se busca es un Javi Fuego y un poco más de intensidad y agresividad.

Central... diestro

La otra demarcación que es prioritario reforzar es la de central diestro —para el perfil zurdo se repesca al canterano Pau Torres que está cuajando una campaña soberbia en el Málaga, con el que podría incluso lograr el ascenso a LaLiga Santander—, una tarea que no es nueva para la entidad amarilla ya que hasta en dieciséis ocasiones el Villarreal ha incorporado a su filas al menos a un central en la ventana de fichajes de pretemporada, lo que la convierte en la demarcación más reforzada. Tan solo en las campañas 02-03, 08-09 y 17-18 no lo hizo. En el resto de esas dieciséis campañas incorporó algún defensa central.