Marc Cardona, delantero de Osasuna, tuvo que abandonar el terreno de juego frente al Sevilla después de recibir un golpe involuntario por parte de un rival que le hizo caer y golpearse violentamente la cabeza contra el césped. El ariete perdió automáticamente el conocimiento y Rubén García, que estaba justo a su lado, no tardó en pedir auxilio a la vez que le colocaba de lado para evitar que se ahogara.

El silencio se apoderó de la afición de El Sadar, posiblemente la más ruidosa de LaLiga. Los servicios médicos acudieron a toda velocidad y pudieron reanimarle, si bien el delantero tuvo que abandonar el terreno de juego inmovilizado en camilla con dirección a la Clínica Universitaria con una conmoción cerebral, donde se le realizarán las pertinentes pruebas. Al ver que su jugador se encontraba aparentemente fuera de peligro, el estadio rompió en cariñosos aplausos y gritos de ánimo.