Turquía es el último país de Europa con fútbol. Tras las decisiones de Ucrania, Rusia, Bielorrusia y también Hungría de suspender sus competiciones por la amenaza del COVID-19, la Superliga se ha convertido en el único torneo que se disputa de todos los que engloba la UEFA, y son muchos (exactamente 54 ligas).

Eso sí, el fútbol en Turquía es a puerta cerrada y el presidente de la federación, Nihat Ozdemir, ha cambiado la fecha de vuelta a la normalidad, atrasándola un mes. Sobre el papel, habrá fútbol sin aficionados hasta el 1 de mayo, aunque esta medida no gusta a los futbolistas, que ven peligrar su salud.

Si bien es cierto que el Coronavirus no está tan desarrollado en Turquía como en otros países (solo se ha confirmado un fallecimiento y no llegan a 100 positivos), allí ya se están tomando medidas de precaución. Sin ir más lejos se están desinfectando estaadios, como el del Galatasaray de arriba a abajo. Pero no es suficiente y algunos jugadores están tomando medidas, como Obi Mikel, que ha rescindido su contrato con el Trabzonspor por miedo a contraer el virus.

Pero si hay una declaración sorprendente es la de Falcao, jugador del Galatasaray, el tercer clasificado de la competición por detrás de Istanbul BB y Trabzonspor. "La vida es mucho más importante que el fútbol". manifestó 'El Trigre', que incitó a la suspensión de la competición como ha ocurrido en todos los países. Hugo Rodallega y Óscar Estupiñán, compatriotas de Falcao en la liga, han pedido a los dirigentes de la federación prudencia, puesto que les están poniendo en riesgo.