Lo que hace unos días sonaba a ocurrencia ha empezado a coger visos de realidad. Y es que, un cuarto de siglo después de la famosa Primera División de 22 clubes, la Segunda podría tener la próxima temporada 24. Fuentes jurídicas del caso consultadas por SUPER apuntan a que es la propia Federación quien ha abierto a nivel interno esta posibilidad. Lo argumentan en base al escrito del Comité de Competición del pasado 22 de julio en el que, en respuesta al Numancia, se declara incompetente y da traslado "a la secretaría General de la RFEF para que le dé el curso que corresponda".

El Numancia, que sería el beneficiado del no descenso junto al Deportivo, solicita entre otras cosas que se anule la última jornada y se amplíe la liga en dos plazas. El dictamen de Competición se interpreta como un indicio de que el Consejo Superior de Deportes y la RFEF ya lo están estudiando. Un proceso complejo en el que, para colmo, hasta el instructor inicialmente designado, Juan Antonio Lanbaderea, ha renunciado por motivos personales. En este contexto, la ampliación de LaLiga Smartbank a 24 llega a perfilarse como la solución menos problemática.

Un caos absoluto

Una liga de Segunda con 24 equipos, desde este punto de vista, evitaría la judicialización del caso, aliviaría el cisma interno y frenaría una hipotética oleada de demandas a cambio de dar por finalizada la competición en la jornada 41 a efectos clasificatorios. La situación no hay duda de que es del todo compleja porque incluso los clubes en litigio admiten que no hay ninguna solución que impida el conflicto.

A corto plazo ni siquiera se conseguiría privando al Fuenlabrada del play-off de ascenso y dándole los tres puntos al Deportivo. La queja de los gallegos respecto a que se ha visto afectada la "integridad deportiva" es difícilmemte argumentable desde el punto de vista del derecho, ya que romper la unidad de horarios no es una alteración que afecte a la obligación que todos los equipos tienen de jugar para ganar y así evitar el amaño de partidos.

Lo que sí parece claro es que quien peor lo tiene es el Fuenlabrada debido a las supuestas evidencias de haber cometido una infracción grave de los protocolos, ya sea con o sin la aquiescencia de la Liga. Las consecuencias por ello pueden ir desde una multa hasta incluso la descalificación. Esto último afectaría a toda la competición, ya que habría que darle todos sus partidos por perdidos. Uno de sus futbolistas ha sido ingresado este viernes en una clínica.