Este Villarreal no pinta nada mal pese a no ganar en San Sebastián. Ante un rival de empaque como es la Real Sociedad, la cosa se le ha puesto de cara y aunque no ha sabido mantener su renta, ha demostrado ser como mínimo un conjunto tan compacto como su rival. Los de Emery encadenan doce partidos consecutivos sin perder y mantienen todos sus objetivos intactos. Suman uno y siguen.

En el primer acto las diferencias, o mejor dicho la igualdad, la han marcado tres errores. Uno de cada equipo y otro del árbitro. El primero ha sido el tempranero penalti cometido por Elustondo sobre Estupiñán en una pelota en la que el hoy lateral donostiarra ha querido despejar con todo sin tener la seguridad de llegar antes que su adversario. El ecuatoriano se ha anticipado y ha sido arrollado para que Gerard adelantase a su equipo desde los once metros con solvencia (0-1).

Quizás por el gol o quizás por una cuestión de planteamiento puro y duro, desde ese momento ha dado la sensación de que la Real ha sido levemente superior. De hecho, dos pérdidas de Estupiñán en la salida de balón como consecuencia de la ordenada presión de los de Alguacil han permitido a los donostiarras coquetear ya con el empate mediado el primer acto.

Un saque de banda que la defensa amarilla ha permitido botar en el área -algo que jamás debe suceder- ha posibilitado a Barrenetxea rematar casi a bocajarro y a la media vuelta ante un Asenjo que ha tapado el disparo del txuri urdin in extremis y aunque el Villarreal ha intentado estirarse en una jugada culminada con un cabezazo de Bacca, la contienda se ha nivelado acto seguido con una jugada un tanto controvertida y en la que se han conjugado los dos errores siguientes ya que el colegiado ha señalado un córner en un cabezazo de Elustondo que no parece dar en un ningún jugador del Villarreal y precisamente en ese saque de esquina ha decretado también un penalti de Pau Torres por apoyarse en Le Normand. Un 'penaltito' pitable porque el atacante también se apoya, pero penalti al fin y al cabo que Oyarzabal ha transformado con la misma solvencia que Gerard lo ha hecho poco antes.

Con igualada se ha llegado al descanso y en la reanudación el Villarreal ha parecido entrar en el partido con más control de balón. Samu Chukwueze ha entrado para dotar al equipo de mayor verticalidad, si bien a medida que han ido pasando los minutos se ha entrado en una fase de imprecisiones en la que la Real, ha sido quien más cerca ha estado del gol en un remate de Willian José de nuevo taponado por Asenjo.

Por momentos ha dado la sensación de que el miedo a perder el puntito que ambos tenían se ha impuesto al arrojo para ir a por los tres en juego y solo en la recta final el conjunto groguet ha conseguido al menos prolongar las secuencias de pases, aunque sin crear demasiado peligro más allá de un golpe franco en la frontal desaprovechado de forma infantil tras una buena diagonal de Samu.

Así poco a poco ha ido agonizando un partido que ha ido en bajada -en la última jugada los amarillos han reclamado un penalti inexistente sobre Gerard-, de más a menos, entre dos equipos con pinta de poder aspirar a hacer algo importante en esta atípica temporada. Ahora hay que ver hasta dónde llega el combustible.

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