A la crisis institucional, con la difícil situación económica que atraviesa el club y las elecciones a la vuelta de la esquina, se le suma la crisis deportiva. Ronald Koeman estaría en el alambre si el Barça estuviera en una situación 'normal', pero de momento el club no tiene presidente y está liderado por una junta gestora que de momento sí está con Koeman.

Pero los resultados del técnico, especialmente las últimas dos derrotas, dejan al FC Barcelona en una situación alarmante y ya se habla de voces críticas con el holandés dentro del vestuario. Según ha adelantado el diario SPORT, las primeras quejas de la plantilla llegan por el sistema que utiliza Koeman, que tras caer ante la Juventus (0-3) y ceder ante los italianos el liderato del grupo en la última jornada de la Champions, argumentó que el 1-4-2-3-1 es el "mejor" sistema para la actual plantilla que tiene. Cabe recordar que al equipo le están pasando facturas las sensibles bajas de hombres como Piqué, Sergi Roberto, Ansu Fati o, en última instancia, Dembélé.

Por tanto, el vestuario no comparte la filosofía de juego de Koeman y las discrepancias con el técnico no coinciden con otras desavenencias del pasado. Por ejemplo, de Setién no gustaban las formas y de Valverde la falta de apuesta apor la cantera. A Koeman se le valora positivamente como persona y también por su comportamiento por mucho que se haya especulado con su falta de carácter. Hace unos días, tras caer ante el Cádiz, Ronald señaló que no es de los que "gritan" porque ese no es su estilo. "No me gustaban esos entrenadores ya cuando era jugador", explicó.

Koeman señala a los jugadores y ellos responden

La situación deportiva es muy preocupante a nivel de resultados. Desde su primer partido oficial (4-0 ante el Villareal) ha encadenado 9 victorias por 6 derrotas, algunas dolorosas como la cosechada en la última jornada ante el Cádiz (2-1). Por no hablar de los pinchazos ante los rivales de mayor entidad; el Barça perdió contra Atlético y contra Real Madrid en LaLiga. Ello provocó que Koeman pasara de estar "muy cabreado" con sus jugadores en el Carranza a "preocupado" tras caer ante la Juventus. "No podemos aceptar los goles que hemos encajado", llegó a decir en relación a los fallos de Jordi Alba o de Mingueza ante el Cádiz.

Griezmann cargó contra sus compañeros tras el último bochorno ante la Juventus. El francés habló de falta de "actitud" y de "ganas", mientras Ter Stegen diferenció entre los errores puntuales individuales y la forma general de defender. "Es el cómo defendemos", dijo el alemán... una clara alusión al sistema.

Se entiende que el dibujo de Koeman provoca una separación muy grande entre la defensa y el ataque y los rivales encuentran espacios por todos sitios para atacar la portería de Ter Stegen. Al mismo tiempo, el ataque no es fluido y, tal y como ocurrió contra la Juventus, Messi debe bajar al centro del campo para crear pues si se queda en tres cuartos de campo no le llegan pelotas en condiciones y debe llegar al área para rematar (10 disparos contra la Juventus).

Hay otro detalle que se tiene en cuenta al analizar los errores propios en estas semanas de competición: “No hay ningún jugador que esté en un momento de forma excepcional y este sistema no ha mejorado el rendimiento de ningún jugador. Lo ha empeorado”, denuncian.

Y allí está el caso de Coutinho, Busquets, De Jong, Messi o Griezmann, por citar algunos ejemplos. Nadie se sale ni se aprecia encontrarse especialmente cómodo en este estilo de juego que parece creado para que puedan convivir en una misma delantera Messi, Griezmann y Coutinho. Y solo se recuerda el partido (contra el Osasuna) donde hayan brillado conjuntamente. Gran parte de los jugadores del vestuario admiten que este nuevo estilo de juego no permite dar un salto de calidad a algunas piezas claves en el engranaje del equipo.

El vestuario también entiende que hay errores estructurales que dificultan aún más la aplicación del 4-2-3-1 de Koeman. La ausencia de un goleador como Luis Suárez complica el buen funcionamiento de cualquier dibujo táctico. Es diferente tener a un goleador contrastado aunque este en la última etapa de su carrera que uno sin apenas experiencias en grandes partidos o a otro que juega en una posición en la que no le es propia.

La mala suerte también considera que afecta negativamente al equipo pues tantas lesiones (Ter Stegen, Umtiti, Araujo, Piqué, Sergi Roberto, Fati, Dembéle o Coutinho) no ayudan en nada a encontrar una estabilidad necesaria. El vestuario, de forma directa e indirecta, ha intentando mediar con Koeman para contemplar la opción de un cambio de sistema y volver al 4-3-3 para lograr un mejor equilibrio ataque-defensa pero el técnico, de momento, no ha querido renunciar a la idea con la que llegó a Barcelona.