Mientras el presidente del Valencia, sea quién sea, está expuesto, reglamentariamente, al patíbulo de Mestalla, la ´central lechera´ madridista tiende a santificar a su máximo mandatario sin reparar en laureles. Y el que osa toserle, se queda al pairo. Ahora que mi admirado Mourinho —una auténtica máquina de antimadridismo— ha dado un golpe de estado que lo ha convertido en el nuevo emperador, con el consentimiento de Florentino Pérez, supongo que la próxima temporada será insuperable. Árbitros, rivales, entrenadores y hasta la Guardia Civil si se pone por medio, serán el pasto de las iras del luso si impiden sus objetivos. Igual es porque el roce genera la enemistad, pero el valencianismo nunca se ha fiado de los directivos, ni de sus consortes. En cambio, el Bernabéu actual no se entiende sin Pitina, la mujer del presidente, a la que considera la piedra angular de la familia, la propia y por extensión la madridista. La estampa de Pitina haciendo ganchillo en la parte supernoble de Chamartín antes de los partidos forma parte del icono merengón.

Contorno

De ese venerado respeto nunca gozará el mandatario blanquinegro, afortunadamente, mientras ostente el cargo. Luego sí, eternamente, como corresponde al carácter libertino de esta orilla del Mediterráneo. Llorente, por hablar del actual, es criticado igual haga una cosa y la contraria, porque al jefe de la taquilla nunca se le perdona que nos rasquemos el bolsillo para ´patir´. Pero donde pone Llorente puede escribir el ´presi´ que quiera. Incluso ´Bonico´ Ortí, que recogió títulos y simpatías por igual, escuchó una sonora pitada en Mestalla en la presentación de la plantilla de 2004. Cierto que el VCF es una sociedad anónima deportiva y mandan más las acciones que los socios, pero el sentimiento y la ilusión nunca entienden de balances.

Equipo

Que todo el poder sea para Mou no asegura ningún título y es más peligroso porque suprime cualquier cortafuegos, a no ser que la idea sea ofrecer un largo proyecto al portugués. Así que por mucho que digan, en el VCF hay más estabilidad institucional que en el Real Madrid.

twitter.com/joancarlesmarti