Llevo días dando vueltas a una imagen que se produjo en Mestalla el pasado domingo, una imagen muy simple pero que al final esconde la clave de todo lo que le está pasando y le va a pasar al Valencia CF. La imagen en cuestión es la que tomaron nuestros fotógrafos de Peter Lim y Mateu Alemany y llama la atención por el grado de complicidad, casi diría familiaridad, que se aprecia entre ellos. Eso es algo que, hasta ahora, solo habíamos visto entre Lim y Amadeo Salvo. Ya sea por respeto o por un tema simplemente cultural, son actitudes que no hemos visto ni veremos seguramente a gente como Kim Koh, Layhoon o el propio Murthy. Ni Alexanko ni García Pitarch ni una larga lista de los que no pasaron nunca la línea que separa al empleado del hombre -o mujer- de confianza. Razones tiene para confiar. Gracias a su apuesta por Mateu y a que las cosas han salido bien, aunque está claro que todo es mejorable, hoy el valencianismo vuelve a estar convencido de algo que siempre ha sido así aunque es comprensible que se haya llegado a dudar de ello. Peter Lim no es un tipo que ha venido aquí a robar nada, sino a invertir dinero para disfrutar con su pasión que es el fútbol.

Lim, y eso es algo que no se puede olvidar, rescató al Valencia CF de una situación muy delicada, devolvió la ilusión a mucha gente, volvió a llenar Mestalla y llevó al equipo a la Champions. Después, y así lo hemos contado durante estos años, el éxito le jugó una mala pasada y con sus errores dilapidó prácticamente todo lo que había conseguido. Tuvo que desinvertir vendiendo a los mejores jugadores para no colapsar y así hasta que volvió a dar con las personas adecuadas. Alemany y Marcelino y son su segunda oportunidad ahora que volvemos a estar en ese mismo cruce de caminos del verano de 2015, pero con la experiencia de entonces y la lección aprendida. Hoy más que nunca hay que cuidar a Peter Lim, con sus errores está demostrando que es una persona seria y nada tiene que ver con esos otros propietarios a los que les da todo igual y han llegado a destrozar clubes. Y al mismo tiempo que darle todo el apoyo hoy más que nunca hay que exigirle que siga apostando por el Valencia CF para hacer ese equipo que todos queremos para llegar a finales y ganarlas.

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