No es un jugador más, es algo que el Valencia CF. Es un caso especial, delicado, que no admite pasos en falso. El futuro de Kang In Lee ofrece pocas dudas y lo que en estos momentos es material sensible es su presente, porque es evidente que esté donde esté tiene que jugar, sentirse profesional, lo del niño ya ha quedado atrás. Hay una realidad, mucho tienen que cambiar las cosas para que Marcelino se lo quede en la plantilla y además para darle muchos más minutos, veremos cuál es el panorama cuando avance un poco el mercado tanto de bajas como de fichajes, pero ni el Valencia se acaba en Marcelino ni el futbolista tiene motivos para desconfiar del Valencia, más allá de que en esos últimos meses desde que tuvo ficha del primer equipo podía haber jugado un poquito más, o haberse sentado menos en la fría grada.

No es tan tonto Mateu para desconocer el material que tiene entre manos, aunque a día de hoy lo único que le puede ofrecer es eso, cariño, confianza y una buena cesión para jugar un año en un equipo de LaLiga, preparado para dar el paso definitivo con o sin Marcelino. También podría el club presionar al entrenador para que se lo quede y lo ponga, aunque lo último que necesita el Valencia CF es arrancar un año ilusionante con ese conclicto.

Más opiniones de Julián Montoro.