Tres meses se cumplían este 11 de diciembre del día en que todos, unos más y otros menos, pensamos que esto corría un alto riesgo de irse al traste. Poco podíamos imaginar entonces, con el cadáver todavía caliente de Marcelino y toda aquella sensación de caos alrededor, que tal día como hoy estaríamos en lo que estamos, por fin con el equipo en los octavos de final de la Champions, peleando en ChampionsLaLiga, a demostrar la categoría de sus futbolistas. Se tiende a pensar que los jugadores son tipos jóvenes, ricos y caprichosos, lo que se suele entender por niñatos. De todo hay en el fútbol, porque también los hay profesionales y comprometidos, con orgullo, a los que no se puede reprochar nada ganen o pierdan partidos. Respetuosos con el aficionado hasta tal punto que sienten y sufren los partidos como ellos. El Valencia CF, diría que bastantes, por eso donde en otras crisis acabó dejándose llevar hasta hundirse, y hay ejemplos recientes, esta vez ha aparecido el equipo. Por eso, aunque en el Ciutat el Valencia salió con el freno puesto y la cabeza en Amsterdam, después de recibir dos goles en apenas veinte minutos pensaron que en un Derbi no le podían hacer eso a su gente. Y remontaron.

El partido de Holanda dejó muchísimas imágenes aunque por encima de todo están las que hablan del compromiso y la complicidad de Albert Celades. Es la clave, el síntoma más claro de que ahí dentro, a pesar de las bajas y los problemas que arrastra el equipo, todo lo que de verdad importa está bien. Luego, eso se ve en el campo, solo así se puede ganar en casa de un equipazo como el Ajax. Una máquina de hacer fútbol casi perfecta a la que se vieron todas sus pocas vergüenzas con el planteamiento de Celades interpretado y ejecutado por los futbolistas, cambiando el paso varias veces en los noventa minutos al conjunto local, que acabó confundido, perdiendo hasta su esencia.

Por eso, ahora que anda por aquí el máximo accionista, lo único que habría que exigir a Peter Lim y a Peter LimAnil Murthy -con pancartas en Mestalla si es preciso- es que en la medida de lo posible no toquen nada. Y, si lo hacen, que sea para mejorar el equipo en el mercado de invierno según las necesidades que establezca el cuerpo técnico. Han demostrado un partido tras otro que son de fiar.