Dos semanas. El Valencia CF tendrá entrenador cuando acabe LaLiga pero para eso nos quedan todavía cuatro partiditos en los que a duras penas el equipo va a pelear por meterse al menos en la Europa League. No lo va a tener fácil a la vista de los resultados y de lo que da de sí el equipo, que se resume en una victoria de siete partidos desde el regreso de la competición, pero es importante. Por la imagen del propio Valencia CF y porque a la hora de confeccionar un nuevo proyecto es importante competir o no en Europa. No es que los ingresos en la segunda división europea sean la bomba, pero estar es relevante a la hora de elegir entrenador, traer jugadores y lucir patrocinadores.

Entrenador y plantilla

Así pues, nos esperan dos semanitas de aúpa, mientras el equipo sigue compitiendo se está cociendo el Valencia CF de la próxima temporada para la que se avecinan cambios importantes, y eso nunca es fácil de combinar. El máximo accionista sabe que está obligado a tomar muchas decisiones importantes empezando por el entrenador. Hay nombres que circulan, unos con más base real que otros, pero la decisión es exclusiva de Lim y sólo él sabe lo que le está pasando por la cabeza. Y sabe que en la plantilla habrá que meter mano después de una temporada como la que hemos vivido, y que definió perfectamente Rodrigo Moreno con aquello del entrenador anterior al anterior entrenador. Podemos asegurar que habrá cambios muy determinantes por dos razones fundamentales, por el desgaste de un equipo que todavía arrastra el estigma de Marcelino. Sin la Champions League hay que rebajar la nómina sí o sí, y no precisamente poco después de una temporada en la que, con la clasificación para octavos de final, el club batirá su récord histórico de ingresos por esta competición. Ya vivimos algo similar el verano que llegó Marcelino y tampoco fue ningún drama, pero ahora mismo la referencia no es válida porque ni siquiera hay un Mateu Alemany al que arrimarse para creer.

La sombra de la duda

No sé en qué lugar de la escala de prioridades de Meriton Holdings (el propietario del Valencia CF por si todavía no lo saben) está volver a ilusionar a la afición, pero es algo fundamental para el equipo y también para el propio Lim. Tampoco lo va a tener fácil porque la gente ya no se fía de él. Puede volver a partir de cero, o más bien debe hacerlo, puede acertar con las decisiones que ha de tomar este verano, pero la sombra de la duda ya no se la va a quitar de encima nunca.