Ahí fuera todavía hay muchos futbolistas que estarían encantados de recibir la llamada para jugar en el Valencia CF, y no hablo de cualquiera sino de gente de nivel que veremos si al final el club puede pagar. Aunque, volviendo a Rodrigo, se entiende el hastío de los que llevan viendo nacer y caer un proyecto tras otro más o menos cada dos años. Es, ciertamente, desalentador. Un desgaste que no es solo de los futbolistas, también de los aficionados, periodistas y todos los que formamos de alguna manera parte del entorno.

También es cierto que, todavía sin ese desgaste que ha supuesto lo ocurrido durante la última temporada, sin haber echado a Marcelino y sin haberse marchado Mateu, Rodrigo también estaba de acuerdo con su fichaje del pasado verano por el Atlético de Madrid, pero es que ni eso se le puede echar en cara ahora.

Con elegancia y con respeto, como quien no quiere la cosa, la lista de dardos del delantero hacia Lim y su embajador LimAnil Murthy, casi en cada una de sus frases está presente ya no la pena, sino la bronca por lo que podría ser y nunca llega por esos errores inexplicables, por esa dificultad para comunicarse con el resto del mundo. No sé si veremos el día en que Meriton -así en abstracto- llegue a la conclusión de que tanta gente no puede estar equivocada, que igual son ellos los que han de rectificar muchas cosas, pero debería.

A Javi Gracia, el único salvavidas de Meriton en estos momentos, hay que empezar a dedicarle toda la atención porque la competición está ahí, a poco más de una semana del primer partido oficial. Y se le pueden complicar mucho las cosas si el Valencia CF no empieza a solucionar sobre todo las situaciones de mercado que lleva entre manos. Con las bajas que se han producido en la plantilla, muchas y muy importantes en unas pocas semanas, con la ausencia de fichajes hasta la fecha y con la amenaza constante de los positivos por coronavirus, una realidad con la que también hay que contar a la hora de hacer tanto los planes como las cuentas en esta nueva anormalidad del fútbol, poco le van a poder exigir más que trabajo y trabajo, que como todos sabemos es lo único que se puede ofrecer cuando no hay más argumentos.