Mucho tenían que hablar Anil Murthy y Javi Gracia después de que el entrenador encendiera la mecha el viernes. Y no solo reclamando fichajes. Consciente o no de la trascendencia que tendrían sus palabras, a estas alturas ya debería saber en el club que está, el entrenador cuestionaba muchas cosas en este proceso de confección de la plantilla, y eso, con el precedente de Marcelino.

Un resultado como el del Derbi todo lo suaviza y no sé si ambos se chocaron la mano o el codo al salir de la comida, pero con esos tres puntos de alivio lo esencial sigue sin solucionar y son los refuerzos. Buen momento para que el presidente escuche y se ponga las pilas, sin necesidad de esperar a que una derrota encienda las alarmas y añada presión al mercado tan complicado que tiene por delante el Valencia CF las próximas semanas, sin un euro para fichar y de momento con escasa imaginación.

Hasta mala suerte, porque el único fichaje que tenían hecho y con un coste que entraba en los cálculos era el de Yangel Herrera, un futbolista que al entrenador le venía que ni pintado y no se pudo hacer por el problema de los pasaportes. La carrera de los fichajes sigue en busca de esos jugadores que necesita el equipo para ser mejor, que le encajen a Javi Gracia, que vengan cedidos y además no tengan una ficha alta. Vamos, el típico bueno, bonito y barato, que a estas alturas todo está inventado.