La frustración de los aficionados ya han demostrado que les da un poco igual, lo que ahora debe ocupar y preocupar al presidente y al máximo accionista es la frustración y el enfado del entrenador, tanto si se queda como si decide que para estar así prefiere marcharse. No está nada claro que estas explicaciones y los números de Anil Murthy le vayan a servir a Javi Gracia porque lo que ha ocurrido es muy gordo y va más allá de que el último día ficharan o no a Capoue. Es la distancia, la ausencia de comunicación, de complicidad a la hora de trabajar los asuntos importantes que afectan al rendimiento de un equipo, a los objetivos de un proyecto. El ninguneo que tanto molesta a los entrenadores, ese hacerle ver cual es su ventanilla. Efectivamente, apenas han pasado dos meses y a Gracia lo han querido convertir en un funcionario, con todo el respeto, y él ya dijo que no lo es.

De Javi Gracia solo hay una cosa que no entiendo y es por qué se metió en este lío sabiendo cómo se las gasta Peter Lim, porque tonto no es ni tampoco lo parece, y lo que es información sobre el Valencia CF de Meriton la pudo tener toda. Por mucho o poco que le prometieran, tenía argumentos más que de sobra para dudar, pero aceptó y hay que entender que con todas las consecuencias. Eso es también un compromiso no ya con Lim ni con Murthy, sino con el escudo, con los aficionados y los jugadores, los mismos que le están diciendo que hay que seguir. Que ya no se fíe de la palabra del presidente que lo fichó es algo lógico y normal. Que el máximo accionista acceda a darle explicaciones... Uf.