La última vez que le preguntaron a Javi Gracia por el mercado de invierno el entrenador contestó lo que pudo. Aún así, contestó: «ya dije lo que pensaba sobre el mercado, no quiero perder ni un segundo más hablando de lo que no tenemos, sino que quiero hablar de lo que tenemos. Hablar ahora de enero es algo impensable porque mi trabajo es sacar el máximo rendimiento a lo que tengo y tratar de tener las menos distracciones posibles. La información que manejo intento darla, pero no tengo mucho que hablar de estos temas». Hay que tener en cuanta que lo decía poquitos días después de que saliera Kondogbia al Atlético, cuando lo que le habían dicho desde el club es que no iba a salir, y consciente ya de que su salida del club es inviable a no ser que lo acaben echando. A partir de ahí, se entiende que Gracia solo hablará de un fichaje cuando lo tenga entrenando en la ciudad deportiva, antes no tiene motivos para fiarse de lo que le digan y a la spruebas basta remitirse, porque al final el que decidirá es Peter Lim, estará a miles de kilómetros y no está por la labor de gastar en los tiempos que corren.

Hablamos, por tanto sobre intenciones y situaciones que al final se pueden acabar dando o no, lo que hay es interés por fichar, posiciones claras, por supuesto operaciones de bajo coste y hasta algunos nombres sobre la mesa que pueden ser oportunidades de mercado en enero. Y es que la lógica apunta a que el Valencia CF se tiene que preparar con mucha seriedad y toda la profesionalidad del mundo para mejorar la plantilla en enero, y cuanto antes mejor porque es en enero cuando el equipo afrontará dos competiciones y lo hará con una plantilla justita hablando de titulares. Los pocos meses que llevamos de competición han demostrado muchas cosas. Una de ellas, que Lim tiene una parte de razón, porque hay jóvenes en la plantilla en los que se puede confiar y lo están demostrando. Vamos, que antes de repescar a Jeison Murillo, como mínimo hay que darle una oportunidad a Hugo Guillamón, por no hablar de Uros Racic.

Aunque otra de las conclusiones es que tal como está diseñada la plantilla, lo mal diseñada, están jugando con fuego, hay posiciones clave cogidas con pinzas y es muy evidente que con un par de refuerzos bien trabajados el equipo sería mucho más competitivo, que en definitiva es de lo que se trata. Solo pensar que se puedan lesionar Gabriel o Carlos Soler es para echarse a temblar, por no hablar de Maxi Gómez, aunque eso tiene a estas alturas peor remedio porque los recambios son Gameiro y Guedes, que no están, además de Sobrino.

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