Camino a la perdición (2-1)

Dos goles de Joselu remontaron el tanto inicial del granota De Frutos, que también cometió un inocente penalti

Laguardia despeja ante Morales

Laguardia despeja ante Morales

Rafa Esteve

Rafa Esteve

El Levante, pese a que se haya auto convencido en múltiples ocasiones de que puede salir de la delicada situación en la que se encuentra, se niega a dar un rayo de esperanza para quedarse en la élite del fútbol español. Mendizorroza, campo maldito para los granotas definitivamente, se encargó de prolongar un guion en el que las victorias continúan ausentes. De hecho, el club levantinista se hunde en la clasificación de la manera más cruel posible: siendo remontado y encajando el tanto de la derrota en el último suspiro. Sin embargo, el club de Orriols tuvo en sus manos conseguir los tres puntos hasta que De Frutos cayó, en un error que no puede cometer, en la trampa del Alavés. Hasta ese momento era el héroe y después, tras ese fallo, se convirtió en villano. Desde el instante en el que cometió un penalti en contra, a falta de quince minutos para el final, los nervios florecieron otra vez y el miedo imposibilitó puntuar. Los cambios de Javi Pereira empeoraron al equipo y metieron al conjunto granota en su propia área. Y ahí el cuadro babazorro es superior. Joselu, después de transformar el empate desde el punto de penalti y decantar el encuentro hacia sus intereses en el descuento, mató al Levante, que se empieza a quedar sin argumentos para permanecer en Primera División. Trece jornadas sin ganar ya no son casualidad.

En un escenario de tensión y en el que acertar no admite medias tintas, el deseo de los visitantes a la hora de entrar en el partido fue concedido. Adelantarse temprano y esperar sus momentos. Una incursión de Luis Rioja tras superar en carrera a Duarte, y cuyo pase interceptó Son, fue lo más peligroso de un Alavés que se movió mediante intimidaciones sin apenas hacer daño. El club levantinista no brilló por su dominio con esférico. De hecho, se mostró sólido defensivamente tanto en centros laterales como en acciones a balón parado, pero gozó de oportunidades para ponerse por delante en un marcador que, al cuarto de hora, sonrió al Levante. Mickael Malsa y Jorge de Frutos dibujaron una acción que rozó la perfección. El centrocampista, en estado de lucidez, leyó la incursión del extremo entre Lejeune y Rubén Duarte, sacó la escuadra y el cartabón para ponerle un balón tentador al segoviano y el ‘18’, de cabeza y aprovechando la mala salida de Pacheco, mandó el envío al fondo de la red. Una diana que reconcilió al Levante consigo mismo, después del descalabro contra el Granada y el miedo surgido tras la alarmante imagen.

De Frutos celebra un gol junto a Bardhi

De Frutos celebra un gol junto a Bardhi

La ventaja en el marcador fue cuidada y tratada como un tesoro de gran valor según avanzaron los minutos. Un escenario que parecía jugar a favor pero que poco a poco estaba condenando a un equipo que apenas es capaz de terminar un partido sin errores. Una de las tareas pendientes que tuvo que corregir Javi Pereira en su aterrizaje al banquillo de Orriols fue el de mantener la concentración desde el primer instante hasta el último, pero a domicilio y en la cuerda floja, buscó arriesgar lo más mínimo. El Levante quiso jugar lo justo y necesario. El Alavés, por su parte, se desquició con el transcurso del encuentro al ver cómo su rival le buscó las cosquillas, actuando al límite, tomando decisiones con sentido y actuando según sus intereses. Dani Cárdenas, novedad en el once de Pereira en detrimento de Aitor, solamente palmeó un balón parado en la primera mitad. No tuvo trabajo durante el partido, aunque nada pudo hacer en una acción cargada de mala fortuna a falta de quince minutos para la finalización del choque. Un centro sin dueño lo quiso dominar De Frutos, pero su intento de despeje impactó con un Rubén Duarte. Una de esas acciones que están decantando la balanza y que dejan claro que cuando el Levante se empeña en dispararse al pie lo hace. El penalti lanzado por Joselu, tras impactar en el palo, acabó dentro.

Joselu remató al Levante

El drama fue mayor. Dani Gómez la tuvo, pero quien acertó fue su homólogo en el verde después de que la gestión de que los cambios empeoraran al equipo. La entrada de Róber Pier en la medular no mejoró la circulación y tampoco la defensa. Tanto es así que el Alavés, con Mendizorroza entregado, se llevó el botín de los tres puntos y hundió más a un Levante al que se le va a hacer largo el parón. Aguirregabiria, solo y sin oposición, envió un balón perfecto para que Joselu hurgara más si cabe en la herida del Levante, quien tocó otra vez fondo tras el descalabro contra el Granada.