Un mes para valientes

El conjunto de Javi Calleja afronta un abril muy exigente, ya que se tendrá que enfrentar a tres rivales directos, dos de ellos a domicilio. El desafiante tramo de competición pasa por marcar diferencias y, sobre todo, recuperar la confianza perdida para ascender a Primera

Javi Calleja, durante el Levante-Zaragoza

Javi Calleja, durante el Levante-Zaragoza / JM López

Rafa Esteve

Rafa Esteve

La hora de la verdad se acerca en Segunda y sus niveles de dificultad aumentan conforme se acerca el final de la temporada. Absolutamente todos los objetivos están aún por decidir, y uno de los más atractivos y exigentes, es el de ascender a una máxima categoría del fútbol español en la que el Levante quiere militar el próximo curso.

El conjunto dirigido por Javi Calleja , pese a que su ilusión y su mentalidad están en el inamovible objetivo de subir a la élite, se encuentra sumergido en una crisis de resultados y, por encima de todo todo, de sensaciones que han despertado dudas de cara al reto del ascenso directo. Los ocho partidos que restan de competición determinarán el devenir de los de Orriols, pero el mes de abril apunta a ser clave para definir cuál será el destino del Levante. 

Tres de los cuatro equipos a los que se tendrá que enfrentar el conjunto granota son rivales directos por subir a Primera División. Dos de ellos a domicilio y el restante en Orriols. Después de empatar ante el Zaragoza y mostrar una versión pobre y preocupante, en el tramo más importante del curso, el cuadro levantinista se desplazará hasta el estadio del líder, el Eibar, en la que será una batalla por todo lo alto. Suceda lo que suceda en Ipurúa será trascendental. La diferencia con los armeros es la misma que antes de que iniciase la jornada actual, después de que obtuviesen un punto en su visita al Carlos Tartiere, por lo que ganar en territorio vasco es de vital importancia por múltiples motivos. Para recortar diferencias con el primer clasificado, para volver a recuperar la confianza perdida, por el golpe de autoridad que supondría en la categoría de plata y por poner los puestos de ascenso directo patas arriba. No existe otro escenario que el de la victoria.

Tras la visita al estadio de Ipurúa, el Mirandés, en el Ciutat de València, dará un respiro. Pese a que será un desafío complicado, supondrá un alto en el camino en el ‘Tourmalet’ levantinista. Después, el conjunto de Javi Calleja viajará hasta Gran Canaria para enfrentarse a Las Palmas. Seguramente, el equipo que más dudas está despertando entre los candidatos para subir a la élite nacional a día de hoy, y que esta noche vivirá un enfrentamiento directo ante el Albacete en el Carlos Belmonte.

Los de García Pimienta llevan cuatro encuentros sin conocer la victoria y, pese a que fueron candidatos sólidos para subir como primeros, viven su momento más delicado del curso. Dicho partido será la penúltima parada de un mes de abril dificultoso que terminará con la visita del Alavés, tercer clasificado tras vencer al Huesca en su visita a El Alcoraz, al estadio de Orriols, para cerrar un tramo de competición donde el Levante tendrá que dar su máximo nivel para dar un salto en el reto del ascenso directo. Sin embargo, Ipurúa, además del desafío más inmediato, será el partido más importante para un equipo granota que no debe restarle valor a ningún compromiso de aquí a final de temporada y que debe volver a creer en sus opciones cuanto antes.