Un centro del campo para el recuerdo

El Sevilla, en 2013, se interesó por una media de muchos quilates en Orriols: Emery quiso a Iborra y Monchi a Diop, que no podrá volver al césped del Ciutat por lesión

Pape Diop y Vicente Iborra, en su época juntos en el Levante UD

Pape Diop y Vicente Iborra, en su época juntos en el Levante UD / SD

Rafa Esteve

Rafa Esteve

La temporada 12/13 es de las más gloriosas del Levante en toda su historia. Después de un curso en el que Orriols superó sus expectativas por completo, el año posterior contó, por primera y única vez en su más de un siglo de vida, con su equipo correteando por Europa y siendo tendencia en el Viejo Continente. Aquella experiencia fue llamativa para los distintos clubes que pusieron sus ojos dentro de las múltiples virtudes que atesoró el cuadro que dirigió Juan Ignacio Martínez. Muchos fueron los futbolistas que destacaron, pero el centro del campo fue el puesto que más músculo, fuerza y, sobre todo, personalidad impuso en ese Levante europeo.

El tándem formado en la medular por Vicente Iborra y Diop aún retumba en las profundidades del coliseo de Orriols. Una pareja que se caracterizó tanto por la química que desprendieron sobre el terreno de juego como por el amplio abanico de opciones que ofrecieron a su entrenador. Diez años más tarde, los equipos de ambos se enfrentarán cara a cara, pero el de Kaolack no podrá tener su abrazo con el capitán levantinista. Diop arrastra una lesión en el tobillo producida en el último encuentro de los isleños ante el Albacete, por lo que no viajará hasta tierras valencianas para ese reencuentro con el Ciutat.

Un templo en el que tan solo coincidieron una temporada, y cuya separación deportiva estuvo marcada por un club que pugnó por los dos desde distintas parcelas. Un Sevilla que terminó firmando a Iborra, pero que también suspiró por los servicios de Diop.

El verano de 2013 se convirtió en un periodo donde el valenciano y el senegalés irrumpieron en el escaparate del Levante. Tras la controvertida salida de Obafemi Martins a mitad de curso, el club se preparó para afrontar traspasos en su plantilla ante la cotización que adquirieron sus jugadores, y los dos centrocampistas fueron objeto de deseo de un Sevilla que quiso fortalecer su centro del campo. El club hispalense puso su foco en el Ciutat de València, pero las partes técnicas no coincidieron con el objetivo: Unai Emery decidió firmar a Iborra y Monchi a Diop. Sin embargo, el empeño del actual técnico del Aston Villa, que insistió en abordar el traspaso del nacido en Montcada, se impuso a los positivos informes del director deportivo. Los respectivos entornos de ambos jugadores mantuvieron un pulso por jugar en Nervión. Incluso, los rumores que circularon en aquel vestuario sobre la salida de Iborra hacia el Sánchez Pizjuán provocaron que el círculo más cercano de Diop apretase por cerrar un acuerdo que nunca llegó a buen puerto. A través del pago de su cláusula (seis millones), el valenciano partió hacia la capital de Andalucía, a la vez que Diop tuvo más opciones de partir de València. Olympiacos fue la que más interés depositó, pero la postura de Quico Catalán, de no dejarle salir por menos de los 10 millones de euros que tuvo su cláusula de rescisión fueron un muro que resultó siendo infranqueable. Aun así, su excelente relación sigue intacta con el recuerdo de una temporada con notables rendimientos, alimentados por la química y el gran entendimiento que desprendieron en un Levante que paseó su escudo por Europa. Casi una década después de aquel episodio, el Ibiza de Diop llega al Ciutat de València, aunque sin el senegalés.