Entrevista | JOSÉ DANVILA

"Hay gente que se está jugando su propio dinero para salvar al Levante"

El empresario, accionista y consejero del club tiene la intención, con el apoyo de Vicente Boluda, de inyectar un préstamo participativo a cinco años que le permita a la entidad tener estabilidad financiera

Su objetivo no es el de ser presidente, pero, sintiendo que tiene parte de culpa en la situación actual, quiere ser parte de la solución gestionando y exigiendo "al máximo"

José Danvila, durante la entrevista con SUPER

José Danvila, durante la entrevista con SUPER / Fernando Bustamante

Rafa Esteve

Rafa Esteve

José Danvila lleva al Levante en sus entrañas desde que empezó a ir al Ciutat de València con 14 años. Superada la mayoría de edad, el mundo empresarial le atrapó al mismo nivel que el conjunto levantinista, y tras casi tres décadas de trabajo, el buen funcionamiento de su negocio le permite dedicarle tiempo al club que lleva en su corazón. Accionista desde hace siete años y miembro del Consejo desde hace cinco, el valenciano, acompañado de Vicente Boluda y un grupo hetereogéneo de levantinistas, quiere darle soluciones a la economía del club a través de un préstamo que solucione la deuda a corto plazo, pero con la condición de gestionar al Levante para que recupere tanto su estabilidad financiera como la máxima categoría del fútbol español. 

¿Este plan de rescate es un salvavidas para el Levante?

El término es protección. Venimos a protegerlo porque el fútbol es muy goloso. Quico Catalán podría haber vendido el club mañana. Tendría ofertas por todos los sitios. Cuando vimos un problema de liquidez y visualizamos las dificultades planteamos cuál sería la mejor forma de proteger a la Fundación, al accionista y al levantinismo. Descartamos una ampliación de capital porque diluiría al club. Vamos a hacer una inyección de capital vía préstamo participativo. Así, la Fundación no perdería ninguna acción. Simplemente, y a cambio, pedimos la gestión del club para corregirlo a nivel de balance, reducir estructura y volver a tener números positivos para evolucionar y volver a Primera. Eso es lo que buscamos.

¿Cómo definiría el préstamo?

Es un préstamo participativo de 15 millones a cinco años, con un tipo de interés que está en torno a un cinco por cien. Incluso por debajo de mercado. Por otra parte, lo que hace este préstamo es no disolver a la Fundación. Se lo prestamos para gestionar el club a cambio. Fundamentalmente, da respaldo a que la Fundación, y todos los levantinistas, no pierdan ninguna acción. No nos queremos quedar el club por 15 millones de euros. Bajo ningún concepto. La idea es proteger al club. A la mínima que se ascienda, se recupera el capital y se recuperan los intereses. No hay más. Vicente Boluda y yo somos los que abanderamos este préstamos y sumamos más levantinistas. No los puedo decir por confidencialidad, pero entiendo que se sumarán dos o tres personas más. A nivel de Consejo, queremos que la Fundación tenga un consejero. Queremos hacer un Consejo de Administración plural donde hayan dos miembros más. Lo hablaremos con la Fundación para que los propongan. Además, cabe destacar, que ninguno de los inversionistas va a percibir ningún salario. Ni el presidente. Damos cinco años de gestión porque entendemos que es el tiempo que necesitamos para subirlo a Primera. Entendemos que el club, en un momento puntual, necesita una liquidez. Lo que no podemos hacer es tirar por tierra los catorce años y que venga, por ejemplo, alguien de fuera, compre el club por el valor contable y nos quedemos todos con una mano delante y otra detrás. Tapamos, gestionamos levantinistas y cuando se ascienda se acabó.

¿Cuándo surge la idea?

Quico Catalán, a partir de marzo, empieza a pedir una auditoría interna para ver la situación en la que nos encontrábamos. Cuando vislumbramos que no ascendíamos de manera directa empezamos a activar un plan b. Quico me dijo que necesitaba que liderase este asunto, que tenía posibilidades de invertir en el club y que, si quería, podía hacerlo. Le pregunté quién era el mejor compañero de viaje y me pidió ADN levantinista. A nivel mundial, la máxima referencia es Vicente Boluda, y me dijo que fuera a buscarlo y se lo comentara. La respuesta de Vicente fue inmediata. Me dijo: «si los pones, yo los pongo. Aquí tienes mi ayuda».

Vicente Boluda en una imagen de archivo

Vicente Boluda en una imagen de archivo / EFE

¿Cómo fue el desarrollo de la conversación con Boluda?

Fue muy bien. Tenemos un amigo en común, al que le pedí que me pusiera en contacto con él. Le dije que había que poner dinero en el Levante. Le comenté que era el primero que es responsable porque estaba en el anterior Consejo, pero que había que ayudar. Me dijo que si yo ponía, viniendo del amigo del que venía, él ponía. También fue por un tema emocional. Sus padres fueron levantinistas y viajaban en autobús a ver al equipo. Me dijo que no quería estar en primera línea. Si yo iba, él también. Lo que necesita el Levante es gente que le aporte dinero de una manera, no mediante una ampliación de capital. Te estarían comprando el club en el peor momento posible, porque por un penalti valdría 80 millones y, de la misma forma, por un penalti valdría 30. No hay que aprovecharse del momento. Hay que taparlo.

De haber subido a Primera, ¿se hubiera llevado a cabo el plan?

De haber ascendido, hubiera habido una reestructuración del club, pero no como nos obligan ahora. Estando en Segunda hay que encorsetar más el club en una cuenta de resultados que tiene que ser positiva. Tenemos que tomar medidas de club de Segunda al afrontar un segundo año consecutivo en Segunda.

Actualmente, ¿cuál es el estado de salud del club levantinista?

A nivel patrimonial el club está muy bien. Tiene un estadio y una ciudad deportiva. Lo que tiene es una necesidad de inyección de caja puntual. En un momento determinado como es el actual, lo que hacemos es una inyección de capital para que, con la venta de jugadores, el club vaya hacia adelante. Así mantenemos que el Levante sea de los levantinistas, del accionista y de la Fundación.

¿Qué papel tendrá la Fundación en este proceso?

Queremos que esté involucrada. De hecho, vamos a hacer un comité trimestral, en el que queremos que participe también LaLiga , donde haya un miembro independiente, con miembros nuestros y de la Fundación para chequear cómo va el club. Nosotros somos los máximos interesados. Cuando te juegas tu dinero quieres que la inversión vaya hacia adelante y poner al Levante en Primera. La Fundación debe ser partícipe de todo.

¿Cómo cambiaría el escenario un ascenso a Primera División?

Daría, de sobra, para pagar el préstamo, los intereses y acabar con la deuda. Después, si la Fundación considera que somos buenos gestores, adelante. Si no, buscará otro equipo de trabajo.

“Voy a proponerle a Boluda dos nombres para ser presidente del Levante UD”

F. Bustamante

¿Y si no sube en cinco años?

Lo que haríamos sería una renegociación. Nos sentaremos en una mesa y haremos una evaluación. Puede que se dé la circunstancia de que el Levante esté cinco años en Segunda División pero que esté bien gestionado. Volveríamos a negociar.

¿Opta a la presidencia? ¿O se descarta de la candidatura?

Me desmarco por completo. Yo no puedo entrar en la presidencia. A Vicente Boluda le propondré un par de personas que tengo en mente y consensuaremos quién es la mejor opción. Yo trabajaré en la sombra.

¿Y cuál será el modelo?

Queremos un modelo de gestión diferente, con gente que se está jugando su dinero. El funcionamiento tiene que ser distinto. Antes se estaba profesionalizando el club y ahora la profesionalización tiene que ser mucho más rápida. Tenemos que reducir taxativamente los gastos y cambiar el modelo. Exigir a todo el mundo. Cuando estás invirtiendo tu dinero tienes que exigir a cambio porque tú estás dando el máximo. Tienes que hacer muchos equipos de trabajo y, a partir de ahí, desarrollarlos. Si estás empujando todo el día la gente irá detrás.

¿Ha habido falta de exigencia?

No es una falta de exigencia, es que son 14 años de gestión de Quico Catalán. Es un desgaste general. El club debe reciclarse en ese caso. Hay gente que se va a quedar del antiguo Consejo porque hay gente muy válida, pero Vicente pondrá sus consejeros y yo pondré los míos con el objetivo de ser un Consejo mucho más plural. En la parte de los directivos habrá un equipo de trabajo muy fuerte también. Hay que vender la marca Levante por todos los sitios.

Como consejero, ¿se siente responsable de la situación?

Soy parte de culpa y parte de solución. Soy parte de culpa porque estuve en el anterior Consejo, es algo obvio, pero me siento corresponsable y quiero ayudar aportando dinero. Es lo que necesita el Levante. No obstante, he de decir que el anterior Consejo puso dinero en momentos puntuales para afrontar situaciones de liquidez. Consejeros y el propio Quico. Se decidió mantener la estructura de Primera División porque, si ascendíamos, había que hacer un ajuste menor. Ahora, estando otro año en Segunda, hay que hacer un ajuste porque si no es muy difícil. Tienes un tamaño de club de Primera que no se puede soportar.

¿Qué ha fallado en el club durante los últimos años?

No podemos obviar que hay un COVID demoledor que paraliza el traspaso de futbolistas. Clubes como el Levante sobreviven con venta de jugadores y derechos televisivos. Después de detenerse por completo, hay que sumarle un descenso y el quedarte, tras reducir los ingresos televisivos, con una estructura grande. No ascender es lo que te mata. De todos modos, había que tomar medidas. Si soy sincero, como Consejo de Administración, lo que nos penaliza es seguir con Paco López en el comienzo de la temporada 21/22 y no acertar con la dirección deportiva. Hay que asumirlo. El tema del COVID es inapelable porque nos generó 30 millones de desfase. Con el descenso, pasamos de recibir 53 millones a aproximadamente 20. Pese a ello, nos convertimos en una de las plantillas con mayor presupuesto de Segunda División. Al no conseguir el ascenso, hay que tomar medidas.

¿Cuánto habría que ingresar en la venta de jugadores?

La deuda a corto puede estar en 30 millones. Como mucho en 35. Con la venta de futbolistas, si logras entre 12 y 15, e inyectas después otros 15, estabilizas el Levante financieramente. Después, a largo plazo hay que volver a negociar con todos los acreedores y con Edmond de Rothschild para ver cómo se flexibiliza ese préstamo. También, hablar con otros acreedores por si nos quieren echar una mano. Necesitamos la ayuda de todo aquel que pueda ayudar al Levante. Nosotros ayudamos de manera muy activa, pero necesitamos la ayuda de empresarios y de gente que quiera aportar. Nuestro final en Segunda fue muy cruel. Necesitamos ayuda de todos porque es un golpe duro. Qué menos que pedir apoyo de la sociedad valenciana.

La deuda a corto puede estar en 30 millones. Como mucho en 35

¿Será viable pelear por el ascenso con un plantilla mucho más barata que la anterior?

Estoy convencido de que sí. Felipe Miñambres, para eso, es un fenómeno. Así es como hay que hacer las cosas: desde la humildad, el esfuerzo, el trabajo y peleando mucho. Ahora todo el club tiene que hacer un esfuerzo, nos toca apretarnos el cinturón. A nivel deportivo tenemos gente muy buena. Felipe es un devorador de fútbol.

Por último, ¿cómo va la transición en la salida de Quico Catalán?

La intención de Quico Catalán es que sea un formalismo. Hoy, por dar una estabilidad, tiene que estar. El club está también en un mercado y hay gente que se aprovecha. Dejará todo ordenado. Es su responsabilidad y lo va a dejar todo bien. Si fuéramos a una ampliación de capital, a lo mejor tendría que aguantar hasta diciembre, pero entiendo, a falta de saber por qué opción se decantará la Fundación, que en un mes o como mucho dos debería decidirse todo. Quico está cansado. Esto le ha agotado mucho. Los escenarios, en los últimos cinco años de Consejo, han sido complejos. Necesita estar tranquilo, pero no va a salir corriendo.