Un equipo más ambicioso y peligroso

El Levante vive sumergido en un periodo de cambio, de asimilar conceptos nuevos y de garantizar máxima competitividad independientemente de lo que suceda a su alrededor. Así se lo exige tanto el fútbol como la vida, sobre todo, cuando ambas golpean con dureza. El equipo, con sus cambios y sus modificaciones, no transmite debilidades después de diez jornadas de competición. En cuarta posición y a dos puntos del líder, los mismos que el VAR le privó de sumar contra el Villarreal B, los granotas, asentados en la promoción de ascenso, avanzan en la competición convencidos de que todavía tiene margen de crecimiento, pero, a su vez, las estadísticas reflejan que van por el buen camino: son de los equipos más atacantes y de los que más posesión tienen en LaLiga Hypermotion. Prueba de que Javi Calleja, mediante una plantilla moldeada a su imagen y semejanza, está haciendo rendir a los suyos después de que los números reforzasen su trabajo la pasada temporada, a pesar de que el desenlace no recompensó la labor realizada desde su aterrizaje al barrio de Orriols. El Levante se encuentra en un momento dulce y los datos lo respaldan, independientemente que desde las profundidades del vestuario levantinista consideren que aún tienen capacidad para seguir mejorando.

Según estadísticas de Whyscout, Sofascore y Transfermarkt, y después de convertirse en el único equipo de la categoría de plata que solo lleva una derrota en su casillero tras la caída del Espanyol contra el Villarreal B, la mejora en defensa se plasma en el apartado de recuperaciones, ya que el grupo comandado por Javi Calleja es el sexto en recuperaciones rápidas, el décimo que más veces roba el esférico en campo contrario y el sexto en recuperaciones por minuto.

Por otro lado, el técnico granota ha comentado, en diversas ocasiones, que su equipo tiene una mentalidad ofensiva. Dentro del apartado de la posesión es el segundo que más veces circula el balón en fase atacante, el segundo que, en fases de progresión, más conduce a fases de finalización y el que más éxito tiene cuando circula el balón en tres cuartos de campo. Además, es el tercero que más pases da por minuto, el tercero en posesiones con más de cinco pases (359) y el tercero en posesiones peligrosas, también, con más de cinco pases (135).

Todo lo recogido anteriormente concluye en una zona de ataque donde el conjunto de Orriols tiene igualmente relevancia. Dentro de la Segunda División, los levantinistas son los segundos que más tiran a puerta, al igual que los segundos en cuanto a remates desde fuera del área. Y dentro de la misma, son los quintos que más disparan de la categoría. En el aspecto de la elaboración de sus jugadas, además, logran una serie de regates totales que les colocan en cuarta posición. Ante el Albacete, sin embargo, tocó ponerse el mono de trabajo al registrar un 34 por cien de posesión, pero dispararon más a portería (7), dos de ellos al fondo de las mallas, que los de Rubén Albés (4).

El Levante, en un curso de plena redención y de pura catarsis, se ha hecho fuerte ante las adversidades y saca músculo con los recursos de los que dispone. Una tarea nada sencilla después de que su valor de plantilla se haya reducido drásticamente hasta la mitad, pasando de 44,8 millones a 22,3. Hasta el fatídico penalti de Villalibre, las estadísticas respaldaron a un equipo que, con la llegada de Calleja, tuvo números de ascenso directo: 56 puntos, diferencia de goles positiva con 13 y solo 22 en contra. Ahora la realidad es bien distinta. Sobre todo, después de que las necesidades económicas obligasen a vender a futbolistas de peso. De los 12 que más minutos jugadores la temporada pasada, 8 hicieron las maletas para salir de Orriols. No en vano, el Levante se ha asentado en la parte noble de la tabla con unas herramientas que emplea a la perfección: en cuarta posición y con 19 puntos divididos en cuatro victorias, cuatro empates y una derrota.