Unos pocos aficionados pudieron ayer disfrutar del fútbol en vivo desde las gradas del estadio del Sardinero en Santander. Se trataba de un partido amistoso entre el Racing y el Athletic de Bilbao que terminó con la victoria de los locales. 1.000 socios, todos con mascarilla y a una distancia de más de 1,5 metros, devolvieron su esencia al campo.