¿Qué pasa si un niño quiere una falda? ¿Qué pasa si no le dejan llevar una? Pues, en este caso, este niño quiere emprender un viaje hacia el único lugar que conoce donde los hombres pueden llevar falda: Escocia.

Un viaje real o imaginario en el que los padres se convierten en compañeros, maestros, enemigos… pero también en caballeros, hadas, en ovejas rockeras y en brujas shakesperianas, para hacer reflexionar a su hijo sobre lo que está pidiendo, aunque realmente, son ellos quienes deben valorar las ideas preconcebidas y los juicios que tienen hacia el uso de una prenda de ropa. Un camino hacia la aceptación y el crecimiento para el niño y, especialmente, para su familia.