El ´botiguer´ suele ser el que mejor monitoriza la realidad. No en vano es el que mayor contacto mantiene con la calle. Por eso son tan esperados los juicios periódicos que traslada Juan Roig, líder hegemónico en la cesta de la compra y en más cosas. Lo del bazar chino como quimera contra la crisis sería también una buena parábola futbolística. Si el VCF jugara de sol a sol y no sólo hasta el minuto 80 nos haría sufrir menos. como contra el PSV. Pero no. Para los que piensan y escriben que este equipo siempre sorprende, no se confundan. Nunca lo hace. Lo previsible es que baje los brazos, y alimente la incertidumbre. Es el signo de esta etapa.

El método

Aquí no pensamos que el halago debilita. Se otorga si se merece. Así, Unai planteó el partido perfecto contra el otrora potente equipo de Eindhoven. Sin embargo tan inocentes como los tulipanes no serán estos chicos. Parecen, como adelantó Koeman, tan melífluos en defensa como atrevidos en ataque. El jueves de la plantà y en Holanda el VCF ha de sellar el pase a cuartos de la Europa League, que es como el ´low cost´ continental. Siendo optimistas, es una competición más accesible si cabe habida cuenta de las pifias de los equipos grandes del torneo. Para ello sería necesario volver a contar con la mejor versión de los inspirados Piatti, Parejo o Barragán. Esos tres aspirantes sí que se han aplicado el ´método Unai´. Nada que ver con ´El método Gronholm´ de Galcerán cuya interpretación de la competitividad es mucho más letal.

El club era una falla

A todo esto nos hemos plantado en Fallas. Cuando vemos a los jugadores del Valencia CF en el balcón de Rita nos acordamos de Albelda. «Con Soler el club era como una falla». Por suerte la institución se ha desprendido del barroquismo de sus gestores, la ampulosidad de su estructura, el artificio de cartón piedra o el frenesí de las apariencias. Ahora, además, debería despejar las dudas que se han vertido sobre la ´operación Newcoval´. La transparencia es fundamental para conocer el alcance real de la solución de Bankia y los problemas de la deuda. Un poco de didactismo en estos días tan atribulados no vendría mal. Los tiempos de la impostura y la venta de humo ya acabaron, presumimos. La ópera bufa es tiempo pasado gracias, precisamente y entre otros, a los que denunciaron la falla.

El ninot indultat

Ronald Koeman, ninot destacado de aquella comisión, ha reaparecido en SUPER esta semana. El hombre, que es la antítesis de la cultura del esfuerzo pero que de fútbol sabe un rato, apuntó las flaquezas del PSV Eindhoven. Paradójicamente el técnico ´orange´ es el último entrenador que ha obtenido un título con el VCF. Desde entonces la grey valencianista vaga por el desierto buscando la tierra prometida y Moisés Emery es su pastor. El resultado de la búsqueda es de todos conocido. Unai, optimista patológico, no piensa en que no seguirá en el club. Hace bien porque eso resta energías y preavisa al subordinado. Trabajar con fecha de caducidad es improcedente. Sin embargo está en las semanas cruciales de su mandato. El fútbol y la afición emitirán su voto sobre el futuro del vasco. El Olimpo decidirá. A modo de gracia fallera, aplíquese si así lo desea el lector el folkorismo de Rafael Conde, adhoc para estas fechas. No pretendía el finado tonadillero valenciano glosar los destinos del balompié, pero cantaba el Titi «me quemaste, me quemaste, como un muñeco de falla». O eso o lo indultan.