Don Mario Alberto. El Matador. Kempes. El Valencia parece que ha decidido -digo el Valencia de Singapur, no el de todos ustedes- prescindir de los servicios del embajador eterno de la sociedad que no es otro que don Mario Alberto Kempes. Que sepan todos los que mandan en estos momentos en mi club de toda la vida que a Kempes es imposible despedirlo porque simplemente anida permanentemente en el corazón de miles y miles de valencianistas. Con Kempes no se juega bajo ningún concepto. Él, don Mario Alberto, está a años luz de Peter Lim y todo su séquito en el corazón del valencianismo. Yo soy de Kempes desde que tengo uso de razón valencianista. Y eso tan simple no me lo puede ‘robar’ ni Lim, ni Layhoon, ni Singapur, ni Damià, ni nadie. Kempes es mi Valencia. Mi embajador eterno.

Torpeza

Miren, a Kempes, aquí en su club de toda la vida siempre le estamos pegando palos de forma grotesca y gratuita. Kempes está ahí, hablando de fútbol, en la ESPN y con una vida bastante normal. Y sí, es una persona como usted que tiene sus propias opiniones y las comparte. Y da igual que haya sido tu embajador oficial o no. Cuando habla don Mario Alberto Kempes hay que prestar atención y si me apuran ponerse firmes. Es lo más grande que yo he visto portando la camiseta del Valencia y tiene todo el derecho del mundo a opinar de su Valencia lo que quiera. Y miren, lo más importante, cuando Kempes habla siempre lo hacen con cariño y con respeto a su club... pero diciendo verdades como puños... tal como jugaba a fútbol.

Vergüenza

Miren, no hay otra, el Valencia nombró a Kempes su embajador para aprovecharse de su nombre y de su tirón internacional. Lo grave del tema es que no haya sabido hacer ni eso. Nunca han valorado todo lo que significa Kempes para el valencianismo y simplemente le han usado para hacerse una foto con él que tranquilice a las masas. Y sí, luego a Kempes le dejaron de lado y pasaron de él de forma grotesca y escasamente profesional. Pasar así de Kempes, ningunear al que ha sido con enorme diferencia la gran estrella de tu equipo en tiempos modernos, es ser torpe de narices. Si lo nombras embajador es para eso, para que sea tu embajador... nunca tu pelotilla o tu felpudo.

Yo sigo

Bien, una vez expuesto todo lo anterior les informo que a mí me importa un pepino lo que opine el Valencia actual y para mí Kempes sigue siendo siempre el embajador oficial del club que me robó el corazón. La torpeza es gigantesca. Pierdes 0-4 ante el Eibar y al día siguiente despides a Mario Alberto Kempes de una forma tan grosera como sucia y rastrera. ¿Peter Lim se entera de algo? A mí con lo de Kempes me ha ofendido de forma incuestionable. A mí ídolo, al ídolo de miles y miles de valencianistas, no se le ningunea de forma tan sucia e irrespetuosa. Y sí, yo lo tengo claro. Kempes será y es mi embajador para el resto de mis días. Un tipo de Singapur jamás me puede robar todo el cariño que le tengo. Amunt Kempes. Amunt Mario Alberto.

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