El empate del Valencia CF frente al Valladolid el pasado sábado finiquitó una de las peores primeras vueltas de la historia el Valencia con apenas cuatro victorias en su casillero en diecinueve jornadas de liga. Eso, unido a la eliminación de Champions y a la imagen que había dejado el Valencia los dos primeros partidos del año en Vitoria y Gijón dejaba casi en bandeja la ejecución de la destitución de Marcelino García Toral como técnico del club blanquinegro. Sin embargo, Mateu Alemany ha sido firme y contundente a la hora de defender el puesto del técnico asturiano y apoyarlo argumentando que cambiar el entrenador no iba a solucionar los problemas de resultados que el equipo acumula de manera grave desde el inicio de la temporada.

Debo reconocer, pese a que sido uno de los que he pedido un cambio en el banquillo, que también soy de los que aplaudo públicamente el valor que el mallorquín ha tenido para defender a un entrenador con estos números. Hasta hace una semana defendía firmemente que la figura de Mateu Alemany no tenía que estar vinculada sí o sí a la de Marcelino, porque entendía que el proyecto no podía girar únicamente entorno a la figura del entrenador y si éste no funcionaba no veía el problema en buscar un revulsivo desde el banquillo y no por ello exigir también la salida del director general valencianista. Ahora bien, lo que ha hecho Alemany ha sido vincularse casi de manera definitiva a los resultados que obtenga el técnico asturiano al menos de cara a la propiedad. Se puede decir que Mateu ha jugado un 'all in' a que Marcelino revierte la situación en los próximos cinco meses. No estando de acuerdo con su decisión admito que es muy respetable en incluso me atrevo decir que es histórica en el Valencia CF, porque al menos en los 25 años de historia valencianista que recuerdo con nitidez no se ha dado un caso ni siquiera parecido. Sin duda, eso es de ser valiente y yo siempre admiro a los valientes pero también luego les exijo responsabilidad.

Deseo de corazón que Alemany esté en lo cierto, y el equipo con un par de retoques en la delantera consiga ser mucho más eficaz de cara al gol y con ello solucionar los problemas que han tenido durante toda la primera vuelta la temporada. Lo deseo porque soy valencianista y porque me encantaría que los próximos cinco meses el Valencia consiga remontar el vuelo liga y por qué no, ojalá, nos hiciera soñar con ganar un título. Pero no me voy a engañar, sigo teniendo muchas dudas de que todo lo que hemos visto durante cinco meses únicamente se resuma un problema de gol, creo que realmente ha habido muchos más problemas que han hecho que el Valencia sea hoy un equipo vulgar en la Liga española. Ojalá eso cambie con uno o dos jugadores de ataque.

Parejo y Ferran Torres

ParejoFerran TorresHace una semanas escribía que Parejo me parecía un buen futbolista pero que en ningún caso le firmaría la renovación que el club tenía bastante avanzada con el capitán. Mi argumento era que me parece un buen futbolista, pero nunca un líder de un club como el Valencia CF. Pese a ello, debo reconocer que el futbolista madrileño se encuentra en plena madurez deportiva y en las últimas semanas está jugando muy bien al fútbol, incluso por momentos ha destilado detalles de liderazgo y quizá pueda llegar su momento. No tengo ningún problema en reconocer que es una de las pocas noticias buenas de estas últimas semanas y supongo que tras este artículo también recibiré algún mensaje de algún familiar suyo para alegrarse por estas líneas.

Por último, otra de las cosas que le ha achacado el entrador en estos malísimos primeros cinco meses de competición ha sido la mínima confianza que le ha dado a jugadores jóvenes, que él sabe necesitan mucho cariño y quizá algo menos de exigencia que el resto para poder demostrar todo el fútbol que llevan dentro. Uno de esos jugadores ha sido Ferran, el valenciano no había aprovechado hasta ahora casi ninguna de las oportunidades que el técnico le había brindado pero también es cierto que muchas oportunidades se resumían en minutos de la basura o apariciones en partidos donde habitualmente juegan los menos habituales y suele ser más complicado. El martes frente al Sporting el chico por fin después de una primera parte desaparecido se reencontró, el jugador que vio Mestalla es el jugador que desde que es un niño siempre ha competido en varias categorías superiores a su edad y que tiró la puerta del primer equipo porque era el mejor juvenil de España. Para que Ferran siga siendo valiente, siga siendo ese jugador que lleva dentro y que puede ser diferencial, se deben dar dos variantes. Por un lado el jugador debe creérselo, y por otro el entrenador debe darle esa confianza y cariño que necesita cualquier jugador de esa edad para que no juegue con la espada de sobre su cuello pensando que cualquier error lo condena.