Opinión

El peligro de convertirse en un nuevo Javi Gracia

La sensación de temporada resuelta a la espera de la final de Copa es el mayor rival del Valencia

Javi Gracia, frente al muro de Paterna

Javi Gracia, frente al muro de Paterna / FRANCISCO CALABUIG

Estado de ilusión declarado. Se acercan las Fallas, el Valencia gana con rotaciones y hasta Maxi Gómez vuelve a marcar. Tras lo de Lato y Jesús Vázquez, tengo la sospecha de que hasta el lateral izquierdo del Infantil B está preparado para jugar y no desentonar en el primer equipo. Aquello del fútbol y los estados de ánimo que tanto le gustaba a Valdano. Solo falta que todos los míos consigan entrada para Sevilla y ya estaría. Por segunda vez esta temporada, el Valencia encadena tres victorias consecutivas, pero qué tres victorias. La clasificación a la final de Copa escoltada por dos victorias burocráticas, impensable hace un par de semanas. La Europa League está a una victoria en La Cartuja, pero ya hasta meterse vía liga parece alcanzable.

«En mi manera de entender el fútbol, hay dos tipos de defensas: el optimista y el pesimista», decía Ancelotti a principio de temporada para halagar a Nacho. «Él es el defensa pesimista, porque siempre piensa que algo puede salir mal. Por eso está concentrado los 90 minutos». Mis amigos dicen que soy cenizo, yo prefiero decir que soy precavido y pensar en lo que puede doler la caída si estás muy arriba. Me gusta pensar en Bilardo, del que según cuentan, no quiso celebrar que Argentina ganó el Mundial porque Alemania les metió dos goles a balón parado, algo a lo que él había dedicado todo el entrenamiento previo a la final. Ni tocó la copa, tal y como se recuerda en su excelente serie documental, «El doctor del fútbol». No es ser cenizo, es «gatorei», oiga.

Veo la euforia copera y me acuerdo de Javi Gracia. No del masoquismo de pensar en su Valencia. Me pregunto qué pensará un aficionado del Al-Sadd tras pasar de Xavi a Gracia (ahí hay un par de buenas entrevistas). Pero sobre todo, me quedo un rato dándole vueltas a su etapa en el Watford. Cuando se anunció que Gracia sería el heredero de Celades, nos quedamos un poco locos. ¿Qué llevó a la familia Pozzo, dueña del club, a echar al técnico que les metió en la final de FA Cup en la jornada 4 de la siguiente Premier? ¿Era acaso un nuevo caso Marcelino?

Gracia logró meter al Watford en el partido por el título casi al mismo tiempo que el Valencia eliminó al Betis para citarse con el Barça en la 18/19. Entonces, corría la jornada 33 y los ‘hornets’ marchaban novenos en Premier, con más puntos que la temporada anterior al completo y a tres puntos de Europa. Temporada resuelta, pensó alguno. El Watford se dejó llevar, apenas rascó cuatro puntos más en seis partidos y se llevó otros seis goles en la final ante el Manchester City. Otra mala racha en el arranque de la siguiente temporada y Gracia, el técnico de la final de FA Cup, estaba de patitas en la calle. El Valencia tiene la tentación de dejarse ir en liga, ante los escasos alicientes económicos de subir posiciones y la media verdad de guardar energías para el 23 de abril. Solo hay que mirar al lado granota de la ciudad para descubrir lo mala que parece la idea de dar una temporada por resuelta antes de tiempo. Por ésta temporada, pero sobre todo por la que está por venir.