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Trampa y ‘cartón’SD

Trampa y ‘cartón’

Pase lo que pase en el juicio contra Amadeo y Aurelio, a la vista está cómo de chapuza fue la venta del club

Con independencia del veredicto, en el juicio que arranca hoy contra Amadeo y Aurelio hay dos cosas que resultan indiscutibles. La primera, la potencia de la foto, máxime en un momento como el actual. Y la segunda, que más allá de la culpabilidad o inocencia de los expresidentes del club y de la Fundación, la venta del Valencia CF, bien bautizada como la de la vergüenza, fue de una chapuza supina. Con trampa y cartulina. Un paripé ignominioso a base de crispación y enemigos del que Amadeo y Aurelio, a la postre insignia de oro y brillantes, fueron responsables directos.

Que Lim los engañase, que sin duda lo hizo, no es excusa. Como tampoco lo es que en el resultado del proceso interviniesen todas las nefastas gestiones anteriores. Un pasado horripilante, plagado de muchos Mesías y salvadores de medio pelo, que comparado con el presente hasta parece bueno. A Lim se le regaló el club. Y lo peor ni siquiera es que se hizo casi que a sabiendas después de la decisión política de deshacerse del aval público. Lo peor es que se veía venir desde hace mucho que se acabaría peleando por la permanencia. Antes que Gattuso o de un Bordalás que ahora sí habla de lo que se calló el pasado verano.

Ninguna iniciativa en los juzgados ha tenido de momento consecuencias para el máximo accionista. Pero de todas las que se han llevado a cabo, no hay duda de que esta tiene un enorme valor simbólico. La oportunidad la pintan calva para que Amadeo dé la cara. Para que demuestre su valentía en lugar de limitase a aquel comunicado con el que salió al paso de las palabras de Lim en el Financial Times pintándole la cara a todos los que le pusieron la alfombra. Para que explique, aunque esté de más, cuál fue su interés en servirse de Mestalla y los resortes del club en su poder para reabrir un proceso en el que tanto el banco como KPMG habían tachado su oferta.

Leyendas

Por un lado, Villa y el Piojo (al que tentó Anil) como imágenes del proyecto del Benidorm. Por el otro, Forment y el sentimiento de la calle tirando una traca delante del centenario Mestalla. Meriton sigue sin cogerle el pulso a nada.

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