Que nos parta un Rayo

Hay que protegerse, cuidarse y centrarse porque por difícil que parezca, todo puede pasar

Gayà, durante el partido contra Osasuna

Gayà, durante el partido contra Osasuna / F. Calabuig

Dani Meroño

Dani Meroño

Hay quien tiene miedo a la lluvia, otros a los vendavales y, a mí, lo que me da miedo es que me parta un Rayo. Sobre todo si viene de Vallecas y lleva 10 más puntos que tú.

Las probabilidades de que le caiga un rayo a una persona son de 1 entre 3 millones y, aun así, es más fácil que te parta un rayo a que te toque el gordo de la lotería. De la misma manera que las estadísticas juegan en contra del Rayo Vallecano cuando se trata de pelear en Mestalla. Pero es que no me fío ni de una cosa ni de la otra. Quizás es que soy un miedica o que casi siempre estoy en alerta, pero es que yo prefiero siempre tomar precauciones antes que lamentar cualquier mal mayor.

A priori, cuando vemos en el calendario el partido del Rayo Vallecano en Mestalla casi siempre asumimos que es un partido «asequible» y donde el Valencia CF «tiene que ganar sobrado». Por historia, plantilla, presupuesto y exigencia, el Valencia CF siempre parte como favorito sea cual sea la situación en liga por el mero hecho del club que es. Pero es que yo no creo mucho en esas cosas ya. El Rayo Vallecano, por méritos propios es un equipo ordenado, trabajado y con futbolistas que se dejan la piel en cada partido. Con un 4-2-3-1, el conjunto vallecano trabaja en un bloque medio pero con amplitud -no en vano es el 4º a este respecto en todo el campeonato-. Trabajando ancho y separando mucho las líneas, a Iraola le gusta jugar en campo rival siendo protagonista en el juego y teniendo tanto la iniciativa como la posesión del mismo -es el 3º de toda la liga en posesión en campo rival-.

Si bien es cierto que el Rayo solo ha ganado una vez en sus 24 visitas en partido oficial - hace diez años-, todas estas características antes mencionadas hacen que el equipo valencianista deba ir con precaución.

Porque el Valencia CF es un equipo inestable. Baraja está permitiendo que en sus partidos el balón se sitúe mucho más tiempo en su parte del campo que en el del rival, algo que le viene fenomenal al equipo de Iraola. A eso, hay que sumarle que el Valencia CF no está siendo protagonista y, desde su llegada, es el 10º equipo con iniciativa de juego y ratio de posesión -por detrás del propio Rayo-. Pero lo más preocupante del equipo es que no marca. El club valencianista es actualmente el 2º peor equipo en eficacia a la hora de construir y finalizar. Los números no engañan. Solo defensivamente mejoran ligeramente los porcentajes anteriores.

Por ello, el Valencia CF debe salir concentrado hasta el punto de saber que es un partido clave para conseguir que Mestalla sea un fortín y, además, salir de los puestos de descenso de manera clara. Una victoria te hace subir varios escalones de golpe y eso estoy seguro de que le va a servir al vestuario para seguir cogiendo oxígeno de cara a lo que viene. Y es que un triunfo supone superar a varios de tus rivales directos en una clasificación que está tremendamente apretada en la parte baja.

Pero todo esto son números. Porque igual que cuando hay una tormenta apenas tomamos precauciones porque es muy improbable que nos caiga un rayo en base a la baja probabilidad de ello, el Valencia CF es especialista en meter la pata cuando lo tiene todo a favor. Da igual que los rivales hayan perdido puntos, que la estadística juegue a tu favor en Mestalla, o que recuperes a prácticamente toda la plantilla. Hay que protegerse, cuidarse y centrarse. Porque por muy difícil que parezca, todo puede pasar. Y lo que no queremos bajo ningún concepto es que ocurra es que nos parta un Rayo.

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