El Valencia está empeñado en hacer el ridículo en muchos momentos. En una semana marcada por muchas cosas, nada deportivas eso sí, el equipo saltó relajado, pensando en un punto y nada más. Y cuando sales a empatar lo normal es perder. No me da la gana desviar el foco porque lo que hizo el equipo en Palma es faltar el respeto a un aficionado que lleva mucho tiempo sufriendo pensando en la posibilidad del descenso y tocaba dar un portazo y certificar la salvación.
El resultado sin embargo fue diferente, un poco de trote por aquí, un poco de trote por allí y a mojarse bajo la lluvia mientras el Mallorca, que parecía intoxicado por el ritmo valencianista, despertó y encontró en Kangin al mejor socio de Muriqi para hacer el gol de la victoria. A partir de ahí, apenas un disparo de Kluivert que terminó con paradón de Rajkovic. Y ahora el equipo soltará lo de ‘ te necesitamos Mestalla’, ‘el primer gol lo marca Mestalla contra el Espanyol’... Recibir, pero nunca dar al aficionado.