La valentía del Pipo que no tiene Corona

Rubén Baraja

Rubén Baraja / SD

Andrés García

Andrés García

El Pipo va a necesitar mucha suerte en su segunda etapa como entrenador del Valencia. Y mucha paciencia. Está rodeado. Desde Singapur hasta Paterna. Meriton no es de fiar. Y lo sabe. Porque no es ajeno a todo lo que ha pasado aquí en los últimos años. Por eso hay que poner en valor su valentía. La que tuvo asumiendo el banquillo en puestos de descenso. La de atreverse con los canteranos. La de sentar a pesos pesados de la plantilla. O la de ahora. La de confeccionar una plantilla mano a mano con Peter Lim, Corona y compañía. Eso sí que es un deporte de riesgo. Pero esto no está para bromas. Y más viendo cómo la propiedad ha ascendido a Corona a Director Deportivo cuando ha estado a punto de descender al equipo a segunda. Y más cuando hace cero autocrítica. Y más cuando se exculpa y reparte el ‘marrón’: «Es una responsabilidad muy compartida», dijo. Los matrimonios de conveniencia no suelen nunca salir bien. Ojalá este de Baraja y Corona sí. Por el bien del club. 

Suscríbete para seguir leyendo