La prueba del algodón

La Copa Davis echa el telón y La Fonteta se transforma para volver a su estado habitual y preparar su primera gran semana del curso en baloncesto, con tres citas consecutivas para abrir apetito después de unas pretemporadas casi perfectas de no ser por los tropiezos en los últimos partidos del Valencia Basket masculino y femenino.

Dos avisos que, sin embargo, deben servir para poner los pies en la tierra y ser conscientes que, pese al gran nivel de ambas plantillas, cualquier exceso de confianza se puede pagar caro tanto en la Liga Endesa como en la Liga Femenina.

Basta echar la mirada al último inicio de la ACB para tratar de aprender la lección y hacerse fuertes en La Fonteta desde el primer partido. Entonces, los de Mumbrú perdieron tres de sus primeros cuatro encuentros como locales ante el UCAM Murcia, el Barça y el Unicaja y ello pudo costarle la clasificación para la Copa primero y el playoff después.

El primer examen para el equipo masculino llega este sábado en casa y ante un Girona que llega sin Marc Gasol, aún meditando sobre su continuidad en el baloncesto o centrarse únicamente en su labor al frente del club catalán como presidente. Un triunfo que no se puede escapar y que debe ayudar a presentar un nuevo proyecto ilusionante a la afición, que en esta ocasión verá por primera vez a su equipo ya en partido oficial, ya que la presentación del jueves no incluirá amistoso y estará más enfocada a familiares y seguidores que quieran ver de cerca a los jugadores y jugadoras del primer equipo y de la cantera.

El sábado, por tanto, será el primer gran termómetro de la ilusión de la afición con este equipo después de un último año en el que no se acabó de recuperar la comunión entre equipo y grada, uno de los grandes objetivos del club para esta temporada y más de cara al próximo traslado de La Fonteta al Roig Arena.

La temporada, cierto es, permite ser optimistas con un equipo más físico e intenso y con la llegada de jugadores de máximo nivel como Semi Ojeleye o Brandon Davies, sin olvidar a un Kassius Robertson que llega tras ser el máximo anotador de la ACB. Eso sí, de momento aún no ha medido fuerzas con ningún rival de Euroliga y es ahí donde acabará de verse si esta plantilla está diseñada para objetivos mayores. De momento, y a falta de la confirmación del fichaje de Stefan Jovic si supera la revisión médica y de un escolta tirador que puede tardar aún más en llegar, la renovación de la plantilla ha sido profunda y el proyecto merece el beneficio de la duda. La derrota en Llíria, con tantas bajas, no debe dejar de ser un aviso que hasta puede venir bien.

Por su parte, el Valencia BC femenino arranca la defensa del título el viernes, un día después de la presentación y aún a la espera de Rebecca Allen, como ha ocurrido cada año que ha competido en la WNBA. Con la australiana, la llegada de Fingall y Hempe, la continuidad de las internacionales españolas y el talento que llega de L’Alqueria, el examen de la grada, en este caso, parece aprobado de antemano.

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