Ganar es más cuestión anímica que numérica

Ilaix Moriba contra el Cádiz

Ilaix Moriba contra el Cádiz / SD

Pablo Leiva

Pablo Leiva

Tres puntos son poco en el mundo del fútbol y más a estas alturas, pero si de algo sabe la afición es que perder un partido cualquiera contra el Cádiz puede acarrear muchos problemas. La temporada pasada ya fue el mejor ejemplo después de que el cuadro amarillo visitara Mestalla y se llevara el triunfo en un partido que marcaba un antes y un después. El triunfo contra el Betis previo al parón parecía indicar que la temporada no iba a ir tan mal pero la realidad es que todo fue a peor después del Mundial. Contra el Villarreal en La Cerámica el equipo no estuvo a la altura pero la derrota podía ser ‘comprensible’.

Sin embargo, en el enfrentamiento contra el cuadro de Sergio González, el equipo perdió y lo hizo con aquella carrerita al trote cochinero de un Ilaix Moriba que no tenía ganas de jugar ese partido. Al final la derrota acabó siendo el inicio de una crisis que se llevó a Gattuso por delante e incluso a Voro. Al menos... llegó el Pipo Baraja.

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