Un Valencia-Madrid, Mestalla y el respeto

Yo no dejaría entrar a Vinícius a Mestalla y lo declararía persona non grata

El equipo celebrando un gol en Mestalla

El equipo celebrando un gol en Mestalla

Toni Hernández

Toni Hernández

Hay un Valencia-Madrid en Mestalla, con cosas en juego, y no noto ambiente de partido. Lo digo como lo siento. Y aunque es posible que eso cambie cuando falte poco, ahora mismo, a unos cuantos días del encuentro, es lo que veo. Son muchos los factores que influyen en esa sensación, lamentablemente. Pero ahora depende de nosotros, del entorno y de la opinión pública, elegir la clase de ruido que queremos hacer en un partido como este, con las connotaciones de todo tipo que sin duda tiene.

Lo que pasó en nuestra ciudad el pasado jueves es algo que nos ha dejado marcados a todos de una forma u otra, porque Valencia sigue siendo pequeña, nos conocemos todos y el que no tiene alguien directamente afectado lo tiene por un amigo de un amigo. Nos ha sacudido a todos, al fútbol, a las fallas, a la sociedad en general… Ha sido muy duro, nos ha dejado muy tocados. Desde aquí quiero dar mi más sincero pésame a las familias de las víctimas (algunas con una historia que no se puede ni soportar) y mi apoyo a todos los afectados.

Algunas personas que conozco y que trabajan muy duro todos los días lo han perdido todo; también estoy con ellos. Y doy las gracias a aquellos que se jugaron la vida por salvar la de los demás. No hay palabras para poder expresar lo que sentimos todos viendo algunas imágenes. Gracias infinitas a ese portero que salvó a tanta gente, y al que hay que ayudar porque seguro que le pesan más los que se fueron que los que pudo avisar del fatal peligro. La maldita vida.

El deporte valenciano, Valencia, Levante y Valencia Básquet estuvieron a la altura de las circunstancias y mucho más, haciéndonos sentir orgullo de nuestra gente. Esta vez los colores de cada uno eran los colores de todos, como ha de ser. Todos somos del mismo lugar, y eso lo puede todo. Cuando queremos somos una ciudad increíble, con gente maravillosa capaz de acoger en su casa a personas que ni conoce. Nos ha unido una maldita desgracia, como otras veces en el pasado. Pero nunca hemos de olvidar que Valencia es el mejor lugar del mundo.

Volviendo al fútbol, que al final te das cuenta que es algo que no tiene importancia por más que se la queramos dar, el sábado pasarán muchas cosas al mismo tiempo en Valencia. Repito, más allá de lo sucedido, veo muy poco ambiente de fútbol. Es como si no viniera el Madrid, como si no hubiera que dar una lección moral a todo el país, especialmente a mucha gente de Madrid. Es como si no viniera ese chico al que Mestalla le llamó lo que es, tonto.

Ese chico al que han impregnado de un falso áurea de víctima, intentando convertirlo en un mártir cuando ni mucho menos lo es. Yo no dejaría entrar a Vinicius al campo y lo declararía persona non grata, aunque tengo claro que eso no se podrá hacer. Pero sí que el valencianismo le diga, de forma muy clara, que aquí no se puede venir a faltarnos al respeto. Nadie. Nunca. Por cierto, enhorabuena al club por no dejar entrar a Netflix a Mestalla. Que hagan espectáculo contra nosotros en su casa, no en la nuestra.

Sé que también está la manifestación contra Lim. En la que no creo pero que, por supuesto, respeto. Si estoy en la ciudad, participaré, porque lo entiendo de alguna forma como una obligación moral valencianista. Pero tengo que decir que no me gusta que la concentración sea lo que monopolice un día tan importante como ese, por tantas cosas. Y no, repito, no la critico. Invito a la gente a que vaya y que diga bien alto lo que piensa y lo quiere.

Y dentro de Mestalla lo mismo. Sólo digo que hay cuestiones que son igual de importantes, o más, que sí pueden tener incidencia real en el devenir de las cosas, y las cuales estamos dando de lado, cada uno por sus motivos. Como valencianista, sólo expreso mi opinión de forma libre y sin presiones, como creo que debe ser. Y pediré una cosa más: por favor lo ruego, no generemos expectativas falsas con la manifestación. Porque las cosas no van a cambiar. La presión social, en este caso, no va a generar ese cambio. Eso es lo que se quiere dar a entender y no es así. Sólo veremos solucionado el problema que tenemos cuando venga alguien con mucho dinero y le compre a Lim sus acciones. Algo que, por cierto, estoy convencido, sólo conoceremos cuando ya esté cerrado.