Ganó Mestalla, perdió Netflix

La afición decidió que el partido no se iba a convertir en un circo como pretendían

La afición valencianista se comportó de una forma ejemplar

La afición valencianista se comportó de una forma ejemplar / JM LÓPEZ

Dani Meroño

Dani Meroño

Sí, sé que el partido acabó en empate y con polémica con un resultado que no se ajusta para nada a lo que esperábamos de un duelo que ya era de por sí de alto voltaje, pero por mucho que se empeñen los de Netflix, ayer ganó Mestalla. Y lo hizo porque mostró un comportamiento ejemplar a todos los niveles pesar de las provocaciones de un Vini Jr que todo lo que tiene de buen jugador lo tiene de mal profesional. Desde buscar el encontronazo fácil con futbolistas del Valencia CF, pasando por reproches a la grada hasta provocar en cada gol que subía al marcador para su equipo. 

Preocupado únicamente por su foto para el documental de Netflix -que al final la consiguió- y encarándose continuamente con un público que demostró -una vez más- que es una de las mejores aficiones de este país. 

Ya pueden los de la productora infiltrarse en la grada, grabar a menores sin permiso-algo ilegal por cierto- sacando comentarios de contexto o provocando al personal incitando reacciones violentas o relatos inventados que, por mucho que lo intenten, no van a sacar absolutamente nada.  

Bueno sí, a una afición ejemplar que rindió homenaje a sus héroes tras la terrible tragedia del incendio de la pasada semana y decidió que el partido no se iba a convertir en un circo como pretendían quienes fueron calentando el ambiente durante toda la semana. 

Y me da igual cómo acabara el partido. Para mí, Gil Manzano lo hace bien pero lo ejecuta mal. Creo, con total honestidad, que si les dice a los futbolistas «sacamos el córner y no hay segunda jugada», tras el despeje del mismo debe pitar el final y no esperar a que la acción se vuelva a reiniciar con el centro de Brahim. Los jugadores lo sabían y puede que por ello también se viera influenciada esa jugada. Sea como fuere, también en la primera mitad robó un balón en el área Sergi Canós, pitó final y no veo a nadie escandalizado. 

Como tampoco veo a nadie reprochando una posible expulsión por agresión de Rodrygo a Gayà sin balón, por la espalda y haciendo un uso excesivo de la fuerza en el primer tramo de partido; o un más que dudoso fuera de juego en el segundo gol del Real Madrid. O las faltas de respeto tras el partido a un Peter Federico González que solo quiso defender su camiseta, la del Valencia CF.

Pero es que Mestalla ya fue ejemplar desde por la tarde cuando, con una marcha pacífica desde la calle de las barcas, congrego a miles de valencianistas para protestar por la gestión del club. Una manifestación que fue más digna si cabe porque ya no está justificada con los resultados deportivos, sino que va más allá y también apunta -además de a los que mandan en el Valencia CF- a los que dirigen la ciudad. 

La nota más negativa fue la grave lesión de Diakhaby. El único momento en que Mestalla, incluidos los dos equipos, quedaron en silencio conteniendo la respiración ante el dolorosísimo daño que había sufrido el franco-guineano. ¡Ánimo Diakha!

Así que Mestalla, no tenías que demostrar nada y fuiste ejemplar en todo. Desde la protesta, pasando por la animación y acabando por el respeto. Podían haber entrado los de la productora que no habrían sacado más que las provocaciones de un jugador al que se le permite todo en un duelo que ya era histórico, disputado y tenso antes de que llegara este personaje.  

Nada que esconder, mucho de lo que estar orgulloso. Ganó Mestalla y perdió Netflix.

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