"Querida afición perica, la mayor responsabilidad del mal resultado deportivo de esta temporada es mía. Por eso, quiero expresar mis más sinceras y profundas disculpas hacia la afición y los seguidores que dan apoyo y se preocupan por el equipo. Por eso motivo, debemos realizar una profunda autocrítica y reflexión". Son las palabras que en chino dirigió el presidente y propietario del Espanyol, Chen Yansheng, después de quedar certificado el descenso del equipo a segunda división. No parece pues tan difícil, ni siquiera desde la mentalidad asiática, dirigirse a la gente y asumir con valentía los errores, cosa que los aficionados del Valencia CF agradecerían después de una temporada en la que el club ha fracasado en sus objetivos y perdido además el norte.

Habrá nuevo entrenador, pero viejos defectos de forma en el procedimiento que utiliza una vez más Meriton. La LIMpieza que llevamos días anunciando seguramente es obligada, como lo ha sido otras veces, estemos más de acuerdo con unos nombres que con otros. Arrancar un nuevo proyecto con la mochila de una plantilla que viene de lo que viene y que está todavía en el entrenador anterior del anterior entrenador, es decir con Marcelino, es poco menos que una invitación al fracaso del nuevo entrenador, valga la redundancia. Hoy es cuando el máximo accionista debería estar ahí para asumir publicamente sus errores, que no han llevado al equipo a pelear por la permanencia pero podría haber sido así, y que no aparezcan los futbolistas como culpables de todo. El propietario que lo es para mandar es el único responsable de que sus decisiones no sean acertadas y de las consecuencias que eso tiene en un club como el Valencia CF.