El equipo de Montesa de Waldo y Sanchis se ha puesto por delante en la final de la Copa Raspall Diputació de València tras superar ayer al trío de Villanueva de Castellón de Guille, Alberto y Ricardet en la primera partida de la serie al mejor de tres. El encuentro, disputado en el trinquet de Genovés, se decidió por el tanteo de 25-15.

La clave del triunfo de la pareja estuvo en la aportación de Waldo. El de Oliva mantuvo vivo a su equipo cuando el dominio del trío era evidente y posteriormente se erigió en el artífice de la remontada. Su resistencia física y capacidad de sacrificio así como el hecho de jugar siempre la pelota con criterio fueron sus principales logros.

Delante, Sanchis se desesperó al principio por su inoperancia en ataque si bien hay que reconocerle el mérito de haber sabido aprovechar los momentos de debilidad del trío en el tramo final, en el que el zurdo sí fue determinante.

En los derrotados, las tres líneas merecen el sobresaliente por su actuación en la primera mitad. Guille apretaba, Alberto lo paraba todo y sumaba mientras que Ricardet mataba en cada pelota que tocaba. Pero una vez superado el ecuador el cansancio hizo mella en los de Villanueva de Castellón, las ideas desaparecieron y con ellas sus opciones de triunfo.

Inicio trepidante

Los dos equipos mostraron sus cartas en el momento en el que ocuparon el dau. Waldo y Sanchis buscaban la zurda de Guille, para conseguir el quinze directo o para que Sanchis aprovechase los rechaces.

En el trío, sin embargo, el objetivo era la careta a la altura del nueve para obligar a Waldo restar de cuclillas y conseguir posteriormente el quinze.

Los dos primeros parciales fueron para el trío, en primer lugar por méritos propios pero también por la falta de efectividad en ataque de la pareja.

Acto seguido los de Montesa recortaron un juego (5-10) desde el dau. Esta vez sí surtió efecto la táctica de anotar en prácticamente dos golpes. Sin embargo, los de Villanueva de Castellón no daban muestras de debilidad y volvieron a sumar cuando recuperaron el saque (5-15).

Tras esto Waldo anotó al dau, esta vez con autoridad (10-15), y después se completó el juego clave de la partida. Y es que el trío comenzó a errar pelotas claras y sus rivales aceptaron los regalos para igualar la contienda a 15. Y hasta aquí ya que los dos juegos siguientes fueron prácticamente testimoniales. El trío estaba fundido físicamente mientras que Waldo y Sanchis eran dos toros bravos (25-15).