Aunque todos consideraban que la primera de las dos jornadas de descanso de la 64 Vuelta a España llegaba demasiado pronto, la espeluznante caída a dos kilómetros de finalizar el periplo de Holanda en la provincia de Drenthe y Bélgica finalmente ha sido recibida con insospechada satisfacción por los principales protagonistas, los ciclistas.

Las veinticuatro horas del miércoles 2 de septiembre las van a aprovechar los ciclistas para lamerse y curar en la medida de lo posible sus múltiples heridas y magulladuras. Los que como el estadounidense Chris Horner con la muñeca rota o el croata Robert Kiserlovski con la clavícula, lo tienen peor. Saben que la Vuelta'09 se ha acabado para ellos y no podrán continuar.

El resto de los damnificados aprovecharán la jornada de hoy para ver cómo se encuentran rodando sin excesiva exigencia o incluso no tocar la bicicleta. En los primeros kilómetros de la quinta etapa, entre Tarragona y Vinaroz rodando a altas velocidades pueden deparar un rosario de abandonos o ver cómo hay menos afectados de los esperados. Algunos de ellos, como Ezequiel Mosquera (Xacobeo Galicia) con un tobillo muy hinchado pueden ver cómo se esfuman sus ilusiones por convertirse en uno de los protagonistas.

En el horizonte, al girar la esquina en la tercera jornada en España, está la primera contrarreloj larga, con 30 kilómetros en Valencia. Los aspirantes al triunfo final deben empezar a dejar claro su presumible potencial, porque a renglón seguido deberán afrontar las primeras montañas serias de esta edición.

La apuesta de los responsables de Unipublic al conceder la salida de esta sexagésima cuarta edición de la Vuelta en la provincia de Drenthe, con el circuito de velocidad de Assen como recinto inigualable, ha constituido todo un éxito. Lo que no esta claro es, si en el análisis frío posterior, se verá definitivamente ratificado.

El público ha respondido de forma admirable volcándose en las cunetas y al paso por las diferentes localidades con su ánimo y su calor en cada una de los días, independientemente de que fuese día festivo o laborable.

Holanda ha demostrado que es el país de las bicicletas y su amor por este vehículo de transporte, que suma 17,5 millones de unidades entre todos los habitantes del país, ha quedado ampliamente demostrado.

También ha habido peros, como el del desplazamiento de toda la logística que a los equipos les ha creado innumerables problemas de cabeza por los alrededor de 1.400 kilómetros que separan Lieja de Tarragona. Las horas de sueño perdidas para tener todo a punto en la ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO son difíciles de cuantificar.

Y en el plano deportivo, los ciclistas no saben si esa aproximadamente quinta parte de los 3.290,6 kilómetros que han hecho por carreteras de Holanda, Bélgica y alguno por Alemania les pasarán factura en los momentos más exigentes.

La tensión acumulada por circular por carreteras muy estrechas, la obligación de estar delante o una meteorología poco favorable que mostró su peor cara en la cuarta jornada entre Venlo y Lieja, puede haber provocado un desgaste no previsto que en las jornadas clave elevaría el precio de la factura.

Para muchos, como Alejandro Valverde (Caisse D'Epargne) y Samuel Sánchez (Euskaltel-Euskadi), los dos principales favoritos españoles que salvaron la jornada con mínimos contratiempos, reconocen que para ellos la Vuelta'09 "empieza ahora".